Después de un año totalmente bajista, Bitcoin comienza este 2023 arrojando un pronóstico bastante positivo. Parece que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, todavía no podemos confirmar que el precio tocó fondo.
A pesar de lo negativo que pueda ser el panorama a corto plazo, la realidad es que la base fundamental sigue igual, o incluso es mejor que cuando el bull run se desarrollaba.
No obstante, el miedo siempre es un problema para el precio.
Hoy estamos nuevamente envueltos en un espiral bajista, en el que muchos vuelven a asegurar que Bitcoin ha muerto.
La historia se repite una y otra vez. Estamos nuevamente inmersos en ese mar de miedo, donde los débiles desisten, y los fuertes se mantienen sabiendo que lo peor ya ha pasado.
Con ello, una limpieza orgánica del mercado ocurre, mientras que el colchón de holders a largo plazo no permite que el precio caiga mucho más.
Las métricas ya están anunciando el fondo del mercado bajista. El analista Will Clemente nos muestra cuatro métricas que nos muestran estas señales, tal es el caso del Cost Basis Analysis que rastrea la actividad de los holders a corto plazo, o el MVRV Z-score que indica qué tan infravalorado o sobrevalorado se encuentra un activo en relación con su capitalización de mercado y su capitalización realizada.
La escasez es uno de esos ingredientes esenciales de Bitcoin que hacen que este pronóstico para 2023 sea tan positivo.
Mientras Bitcoin se vuelve cada vez más escaso, una economía tan grande como la estadounidense se está viendo golpeada por la inflación, producto de la emisión desenfrenada de liquidez (véase a continuación un gráfico de la masa monetaria en dólares y su crecimiento abrupto tras la pandemia del COVID-19), y un agujero negro de deuda que crece sin parar (vea la imagen de la deuda impagable de los Estados Unidos y el tamaño del mercado de derivados),
El 91% de todo el suministro posible de Bitcoin ya fue minado. Y por si fuera poco, el próximo año (como cada cuatro años), se reducirá a la mitad la velocidad de emisión, con el evento de halving.
Mientras la demanda del activo continúe su tendencia alcista como lo ha venido haciendo desde su nacimiento, y la oferta sea cada vez más escasa, sólo una cosa puede suceder.
Después de este breve resumen de la situación macroeconómica actual, ahora si podemos pasar a mirar el gráfico del precio para realizar un pronóstico de Bitcoin para este 2023.
Hoy en el gráfico mensual vemos que el precio ha caído alrededor de un 75% desde el máximo histórico, repitiendo el mismo patrón de siempre: ciclo de expansión, retroceso, comienzo de un nuevo ciclo.
El 78,60% de Fibonacci, nivel en el que se encuentra el precio, es considerado un retroceso profundo de la tendencia, por lo que es probable que muy pronto se retome la dirección dominante.
Sin embargo, no parece descabellado esperar una caída hacia los $12.000, alcanzando así el 88% de Fibonacci.
De cualquier forma, ya el punto actual es una oportunidad para los que puedan mirar el largo plazo como objetivo. Pienso que los $100.000 pueden ser un objetivo bastante conservador para el siguiente rally, por lo que el precio de hoy de $16.678 es más que atractivo.
Como he dicho en varias ocasiones, intentar atajar el fondo absoluto puede ser extremadamente complicado.
Los más conservadores esperarían que los toros confirmen que han retomado el control, quebrando resistencias, y creando un nuevo mínimo más alto antes de continuar subiendo.
A continuación, el gráfico mensual para que veas cómo los patrones se suelen repetir. Podrías guiarte de ello para intentar aprovechar los mejores precios, tanto si prefieres tomar los precios más bajos, como si eres más conservador y esperarías un retroceso luego de que los toros confirmen que han vuelto al mando.
En el gráfico semanal queda bastante claro que todavía podríamos ver ventas.
Y es que tras el repunte hacia los $18.000, el precio dejó fuerte rechazo de esa intención alcista, confirmando que los osos siguen al mando.
No obstante, hay una importante señal de agotamiento por parte de los vendedores, y es la divergencia entre el gráfico del precio y el RSI. Esta es otra señal que nos dice que: si no se ha tocado fondo, estamos muy cerca de hacerlo.
Por ahora, mientras no veamos al precio saltando resistencias, podríamos seguir viendo ventas a corto plazo. Pero yo al menos, prefiero sacar el zoom y mirar el amplio horizonte.
Todas nuestras publicaciones son de carácter informativo, por lo que en ningún caso deben ser acatadas como asesoramientos de inversión.
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