Francia, un país con una riqueza cultural y una gran historia que sobresalen entre las naciones del mundo, siempre despierta el interés internacional. Su población lleva en su ADN la fortaleza de quienes se rebelaron contra las elites en el movimiento político, social, económico y militar, que surgió en Francia en 1789; el mismo que trajo como consecuencia el derrumbe de la monarquía absolutista y que la historia ha nombra como la Revolución Francesa.
La mayoría de las instituciones financieras tradicionales, especialmente los bancos, mantuvieron una postura bastante conservadora respecto a las criptomonedas. Aunque cada vez son más los bancos que deciden darle una oportunidad al universo criptográfico, aún son mayoría los que consideran a las monedas digitales un peligro para el sistema financiero y sus usuarios.
La presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha vuelto a pronunciarse a favor de la innovación y las tecnologías disruptivas, como las criptomonedas, Inteligencia Artificial y los servicios financieros o Fintech. En esta oportunidad recalcó que, aunque las regulaciones son importantes, las autoridades competentes debían asegurarse que estas no sofocaran la innovación ni el progreso.