La situación bancaria del país es complicada. Más personas poseen un teléfono celular que una cuenta bancaria, e incluso aquellos que sí tienen acceso a servicios bancarios se enfrentan a una batalla cuesta arriba. Con solo 14 sucursales por cada 100.000 ciudadanos, los bancos están abarrotados, los tiempos de espera son largos y, a veces, la sucursal más cercana no está cerca.