El invierno cripto provocó grandes problemas a las empresas del sector durante todo el año 2022 y las consecuencias podrían estar lejos de terminar. Uno de los episodios más impactantes fue la caída de Core Scientific, una empresa de minería digital que representaba todo lo bueno de ese negocio.

Los batchs, o lotes de máquinas mineras ASIC que se fabricaban cada año en Bitmain, MicroBT y otras empresas, se agotaban con meses de anticipación. Las compañías mineras las compraban todas y los mineros más pequeños debían conformarse con equipos de segunda mano a precios elevados. Las ganancias que reportaba la minería en 2021 eran escandalosas y los grandes no perdían la oportunidad.

Pero todo eso cambió con la llegada del invierno en el mercado de monedas digitales. Al igual que sucedió con las acciones de crecimiento, las criptomonedas se inflaron durante la burbuja del dinero fácil de la pandemia. Así, cuando la Reserva Federal apretó nuevamente las políticas monetarias, el resultado fue una feroz caída de los mercados financieros y también de las criptomonedas.

El poder de Core Scientific antes de la caída

Para comprender la magnitud de la caída de Core Scientific, es preciso entender el verdadero poder de esa compañía estadounidense. Para abril de 2021, la denominada “carrera armamentista” dejaba sin equipos mineros a las empresas pequeñas y medianas. Los protagonistas de esa carrera eran precisamente Core, Marathon, Riot Blockchain y otras.

En un trabajo publicado en ese entonces por CriptoTendencia, se analizaba el impacto del crecimiento de la minería de Bitcoin en otros sectores. En otras palabras, la subida de las grandes mineras amenazaba a otros sectores como el de los coches y teléfonos móviles. La razón de ello, es que las fabricantes de ASIC acaparaban los chips necesarios para fabricar esas computadoras especializadas.

Pocas semanas después de esa publicación, Core decidió hacerse pública mediante una adquisición de propósito especial (SPAC) pactada con Power & Digital Infrastructure Acquisition Corp. El acuerdo para comenzar a cotizar en la bolsa en julio de 2021 dio a Core una valoración de $4,3 mil millones de dólares.

“El negocio de infraestructura blockchain no tiene paralelo. Está respaldado por más de 70 patentes y algunas relacionadas con la infraestructura y la cadena de bloques”, expresaba entonces el cofundador de esa firma, Darin Feinstein.

En ese momento, en poco más de siete meses, la empresa había minado 3.000 bitcoins. Con instalaciones en Dakota del Norte, Carolina del Norte, Georgia y Kentucky, pocos podían imaginar que la caída de Core Scientific estaba cerca.

La cotización en la bolsa de valores

La duración de Core en la bolsa de valores fue breve. Sin embargo, no se puede decir que no fue emocionante, puesto que muchos inversores se volcaron ante el potencial de la empresa. Otro de los factores que jugó a su favor, fue la capacidad de retornos en el negocio de la minería de Bitcoin. Gracias a unos precios respetables de la moneda, los inversores que supieron superar los riesgos de la volatilidad recibieron grandes recompensas.

Debe destacarse que en pleno 2021, en China se prohibió el negocio minero, lo que provocó una fuerte caída del poder de cómputo. El resultado fue una facilidad sin precedentes en la complejidad para extraer bitcoins. Los ingresos de la empresa comenzaron a subir como la espuma, lo que atrajo por docenas a los inversores hambrientos de exposición al mercado cripto.

El 2021 fue el año de los dos ATH de Bitcoin, lo que, sumado a las condiciones favorables de la red, permitieron a Core crecer. En consecuencia, los lotes de equipos se contaban por decenas de miles, lo que agotó la capacidad de Bitmain y provocó el renacer de otras fabricantes. De cualquier modo, las condiciones favorables estaban destinadas a desaparecer, pero no todos esperaban que fuera en un plazo tan breve.

En noviembre de ese año, el precio de BTC estuvo sobre $69.000 y unos meses después, las acciones de Core Scientific estaban en caída libre. ¿Mala administración, falta de preparación y deficiente gestión de riesgo o simplemente mala suerte? Lo cierto del caso es que la empresa entró en bancarrota y, junto con ella, otras empresas que ahora no son ni la sombra de aquellas protagonistas de una “carrera armamentista” que amenazaba a otros sectores tecnológicos.

El camino hacia el desplome

2022 fue un año malo para todos en el mundo financiero, con algunas excepciones. La llegada de una nueva etapa marcada por las altas tasas de interés llevó a los principales índices a sufrir desplomes seguidos y de grandes proporciones. En marzo, el Nasdaq entró en mercado bajista, es decir, -20% en adelante en comparación con su pico reciente. Dentro de ese índice tecnológico estaban las acciones de Core que ya sufrían enormes pérdidas.

En lo que respecta a Bitcoin, la moneda digital pionera ya estaba en -50% de su valor. No obstante, fue en mayo, con el desplome de Terra y sus monedas Luna y UST, cuando comenzó una de las peores etapas del invierno. Decenas de empresas ligadas a esa cadena de bloques se fueron a la quiebra, lo que llevó a la pérdida de unos $60.000 millones en capitalización. La confianza de los inversores se fue al piso y las empresas del sector que cotizaban en la bolsa se fueron más al fondo.

Luego, con la quiebra de FTX, vino el golpe de gracias para muchas de las compañías que hasta entonces habían sobrevivido a duras penas. Los altos precios de la energía también contribuyeron a apretar el nudo sobre el cuello de las empresas mineras. La caída de Core Scientific comenzó a lucir inminente con los sucesos que rodearon la caída del exchange de Sam Bankman-Fried.

La caída de Core Scientific se cocinó durante todo el año
Las acciones de Core Scientific sufrieron una de las mayores sangrías durante el año 2022. Fuente: TradingView

Desenlace: la caída de Core Scientific

Para finales de octubre de 2022, se conoció un documento presentado por la empresa ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). En el mismo informaba que no había podido cumplir con las responsabilidades de deudas para finales de ese mes e inicios de noviembre. En ese sentido, la compañía dejó abierta la posibilidad para una pronta bancarrota.

De igual modo, la directiva informó que sus clientes estarían en peligro de perder todas sus inversiones. La única esperanza radicaba en que el mercado cripto se recuperara y el interés de los inversores levantara cabeza de nuevo. En este caso, se debe hacer la salvedad de que el acuerdo de la empresa con los tenedores de notas convertibles implica que, si el entorno mejora para Bitcoin, los accionistas ordinarios no desaparezcan completamente.

Sea como sea, el anuncio de la posibilidad de quiebra llevó a una hemorragia de ventas y un nuevo y doloroso desplome de las acciones. El mismo día de la publicación, las acciones cayeron en -77% y en -98% en lo que iba de año 2022.

En la mañana del 19 de diciembre, la caída de Core Scientific se hizo oficial cuando su directiva buscó amparo en el capítulo 11 de bancarrotas. Unos días antes, la capitalización de mercado de la firma ya había caído un -78%.

Por ahora, la compañía continúa operando sus granjas y generando un flujo de caja positivo. Pese a ello, no es suficiente para pagar la deuda financiera contraída por los equipos que estaba arrendando. Asimismo, CNBC informó que la empresa no se liquidaría por los momentos.

El invierno destruye todo a su paso

Igual que en la serie Snowpiercer de Netflix, el invierno en el mercado cripto es tan feroz que destruye todo a su paso. La minería es uno de los negocios más rentables de todo el mundo, puesto que genera ingresos pasivos sin la necesidad de gran cantidad de personal. En aquellos países con bajos costos de energía, el retorno sobre la inversión llega en pocos meses. Además, los costos operativos se limitan a mantenimiento y reparaciones mensuales que se pagan con un par de días de minado por máquina.

Un negocio con tales características tiene el aspecto de ser capaz de resistir vientos en contra por más adversos que sean. El hecho de que poderosas compañías no hayan podido dice mucho acerca de la crueldad del invierno en el sector de las monedas digitales.

Si un titán como Core Scientific no pudo evitar la caída, se puede intuir que la lista de empresas pequeñas que sufrieron el mismo destino es interminable. Ahora el negocio está en un piso y los equipos se encuentran a precios de descuento. Muchos inversores no se atreven a dar el paso por el temor de pérdida de rendimiento que podría significar el Halving de Bitcoin el próximo 2024.

Cronología de las acciones de CORZQ

  • El 22 de noviembre de 2021, las acciones de Core alcanzaron su tope en $14,99 dólares.
  • En enero de 2022 arrancaron sobre los $11 dólares por acción.
  • El 26 de octubre de 2022, apenas costaban $1,00 dólar. Al día siguiente cayeron a $0,24.
  • Al retirarse de la bolsa lo hicieron con valor de 9 céntimos de dólar.

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