La Blockchain lo ha cambiado todo. Una tecnología esencialmente tan simple ha causado disrupción en prácticamente todos los sectores de la sociedad. Gracias a su intervención, la salud, la educación, las finanzas, el gobierno, y por supuesto, el arte, nunca volverán a ser los mismos.

El impacto de la Blockchain

La tecnología Blockchain no es complicada de entender. Básicamente, la misma consiste en una base de datos descentralizada entre varios usuarios. Cada uno de los cuales registra todas las transacciones que se realizan en la red. Y al mismo tiempo proporcionan su capacidad de computo para que la misma funcione.

Esto genera dos efectos inmediatos. El primero de ellos es que el historial de transacciones no puede ser modificado, pues el mismo está siendo llevado de forma independiente por varios usuarios. Una modificación en el conjunto, requeriría un cambio en cada una de las partes, lo que es complicado de conseguir.

La segunda consecuencia es que la red puede funcionar sin un ente central detrás. Y es que, si todos los actores que participan de la Blockchain colaboran con su capacidad de computo, no hacen falta servidores centrales.

Esto significa toda una revolución en términos de transparencia, privacidad, seguridad y eficiencia en la red. Pudiendo garantizarse la inviolabilidad de los registros llevados en prácticamente cualquier aspecto de nuestra vida en sociedad.

El papel de la Blockchain en el arte

Por supuesto, el arte es uno de estos sectores beneficiados por las cadenas de bloques. Y es que, tal como lo explica el Doctor Nitin Upadhyay, la tecnología Blockchain está transformando el mundo del arte de cinco formas distintas.

En primer lugar, gracias a la transparencia que genera el uso de las cadenas de bloques. Gracias a esto, los artistas podrían saltarse a los intermediarios en la distribución de sus obras. Ya no harían falta Youtube, Spotify o casas de subastas para que puedan intercambiar sus creaciones.

En segundo lugar, la cadena de bloques puede ser la base para un sistema de reputación. Así, los artistas y el público podrían empezar a calificar las obras de las artistas con criterios transparentes y públicos.

El tercer punto en que la tecnología Blockchain puede revolucionar el arte es la micro monetización. Y es que, con la cadena de bloques, podría crearse un sistema de pago por consumo del arte, subdividiendo el mismo. Por ejemplo, el oír unos segundos de una canción, no costaría lo mismo que oírla entera.

En cuarto lugar, con los códigos de los contratos. Ahora y gracias a esta tecnología, pueden crearse smart contracts o contratos inteligentes. Lo que automatiza la dinámica en la monetización de obras de arte.

Y finalmente, con la seguridad en la procedencia de las obras. Pues, con las cadenas de bloques se hace mucho más fácil en autentificar el origen de una obra de arte. Pudiendo conocerse de inmediato su procedencia, así como los pasos que ha dado hasta llegar al momento actual. Toda una revolución.

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