Los secretos de Estado constituyen la información mejor protegida de un país. Los gobiernos de cada nación colocan especial esfuerzo para resguardar estos datos de los otros países, ya que, si se filtraran podrían comprometer la seguridad del país. A su vez, algunos gobiernos han trabajado para conseguir los secretos de otros Estados. Este es el caso de China, que podría estar espiando a Estados Unidos utilizando microchips.

Según una investigación de Bloomberg Businessweek, el gobierno del gigante asiático habría instalado microchips en computadoras fabricadas en Estados Unidos para extraer información confidencial, tanto de empresas tecnológicas como de agencias de seguridad estadounidense.

Todo inició con Elemental Technologies, una empresa tecnológica, con sede en Oregon, que se encarga de comprimir programas, videos y formatearlos de manera que sean compatibles con dispositivos diferentes, desde teléfonos celulares hasta drones.

Los servicios de Elemental habían sido utilizados por varias organizaciones de renombre, incluyendo a la CIA; es por ello que Amazon no dudó en contratarlos para crear una plataforma que les permitiera expandir sus servicios por Internet y crear una nube de alta seguridad.

En este punto, es necesario introducir a otro actor en la situación: Super Micro Computer Inc., una firma de San José, California que se encargó de abastecer a Elemental de “motherboards”, o placas principales, necesarias para los sistemas de compresión de videos.

Ahora, los problemas iniciaron gracias a los chequeos de seguridad que hace Amazon en sus procesos de compra. Para ello, varias de las placas fueron enviadas a una firma de inspección tecnológicas en Canadá.

Ahí, cuando la desarmaron y ya no quedaba nada que ver en el tablero, descubrieron en las placas unos pequeños microchips, del tamaño de granos de arroz, que no cumplían ninguna función conocida por el sistema.

Amazon informó al gobierno de Estados Unidos de su hallazgo, lo cual encendió inmediatamente las alarmas, ya que había servidores de Elemental instalados en el Pentágono, sistema de operación de drones de la CIA y en buques de la marina.

La investigación reveló que, gracias a estos microchips, los hackers podrían acceder a la información contenida en todo el sistema.

Pero, ¿cómo llegaron los microchips a las placas? Al parecer, fueron instalados por militares chinos en fábricas operadas por subcontratistas en territorio estadounidense.

Sin embargo, hay personas que no dan tanta importancia a los microchips chinos. Según un experto consultado pro los investigadores, “la probabilidad de hacer legar uno de los servidores equipados con el chip espía a cualquier centro estratégico en que pudiese estar en la mira de los hackers es comparable ‘a ver un unicornio saltar sobre un arcoiris’”, reporta Infobae.

A pesar de eso, las fuentes de la investigación aseguran que más de 30 compañías estadounidenses se vieron afectadas por los microchips de espionaje, entre ellas gigantes como Apple y Amazon, contratistas del gobierno y grandes bancos.

El descubrimiento de los chips se hizo en 2015, y desde entonces la investigación sobre si realmente están extrayendo información del gobierno de los Estados Unidos sigue abierta. De hecho, hace poco la revista de tecnología The Verge, la calificó como la mayor operación de hackeo realizada alguna vez por un Estado.

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