Instagram, Twitter, WhatsApp, son todas aplicaciones que forman parte de nuestro día a día. Sin embargo, su funcionamiento tiene un importante problema para los usuarios preocupados por su privacidad. Al dejar expuestos nuestros datos frente a las organizaciones que administran estas aplicaciones. Por ello surgen las aplicaciones descentralizadas o dApps, basadas en Blockchain. A las cuales les hemos dedicado la lección del día de hoy de ABC Crypto.

Las aplicaciones tradicionales

Cuando pensamos en aplicaciones, normalmente vienen a nuestras mentes unas cuantas clásicas. Aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, juegos, algunas de las cuales se han vuelto una parte fundamental de nuestra vida diaria. Pero todas adolecen del mismo problema: su centralización.

Y es que, cuando utilizamos una aplicación cualquiera como Instagram. Absolutamente todos los datos que ingresamos en la aplicación, pasan necesariamente por los servidores de Facebook. Lo que pone en manos de esta empresa, lo queramos o no, una fuente de valiosa información para su uso particular.

Aunque en muchos casos las empresas que están detrás de estas aplicaciones hacen un uso adecuado de la misma. Esto no es una realidad garantizada de ningún modo. Tal como el escándalo de Cambridge Analytica, y los conflictos en torno al manejo de la data de sus usuarios que han rodeado a Facebook, nos lo demuestran.

Sin embargo, el mal uso de la información personal de los usuarios, no es un problema que concierna solamente a Facebook. Pues, en nuestro mundo moderno, la mayoría de nuestra información personal se encuentra en la red. En manos de algunas grandes corporaciones que son, literalmente, dueñas de nuestros datos. Lo que resulta ser una situación potencialmente peligrosa.

Las aplicaciones descentralizadas

Es por esta razón por la que surgen las aplicaciones descentralizadas o dApps. Como un medio para permitir que los usuarios puedan retomar el control sobre su propia información personal. Y evitar los riesgos inherentes a permitir que empresas u otros entes manejen sus datos.

Por lo tanto, las aplicaciones descentralizadas pueden ser definidas como aplicaciones en las que el manejo de la información de los usuarios, se encuentra distribuido gracias al uso de la tecnología Blockchain, evitando que ninguna persona u organización pueda manejar los datos de los usuarios.

Además, las dApps son de código abierto, lo que significa que cualquier persona puede comprobar de primera mano el funcionamiento de la aplicación. Y constatar que efectivamente su información personal está protegida pro tecnología criptográfica. Y sellada en bloques de la cadena de bloques, y no en los servidores de alguna compañía.

Normalmente, estas aplicaciones descentralizadas se encuentran alojadas en una Blockchain pública como Ethereum. Lo que les permite aprovechar el poder de cómputo generado por la cadena de bloques de esta criptomoneda. Para mantener en funcionamiento a la aplicación.

La Blockchain de Ethereum termina siendo en muchas ocasiones la base de las aplicaciones descentralizadas
La Blockchain de Ethereum termina siendo en muchas ocasiones la base de las aplicaciones descentralizadas

Sin embargo, la utilización de la red de Ethereum o de cualquier Blockchain no es gratuito. Por lo que es común que las aplicaciones descentralizadas utilicen tokens. Los cuales son adquiridos por sus usuarios, quienes deben utilizarlos para acceder a las funciones de la aplicación.

Siendo estos tokens equivalente a cierta cantidad de ETH, pagados como comisión a los mineros de Ethereum. A cambio del poder de cómputo prestado a la aplicación descentralizada.

El estado de las dApps

Por lo tanto, en resumidas cuentas una aplicación descentralizada tendría elementos de importancia que la diferencian de una aplicación tradicional. Empezando por el hecho de ser de código abierto. Sin un ente central que colecte la información de los usuarios. Basadas en tecnología Blockchain. Y con el uso de tokens como pago para los mineros de la cadena de bloques sobre la que se estructura.

En el papel esto suena muy bien, sin embargo, en la realidad, las aplicaciones descentralizadas son muy complicadas. Requiriéndose en muchas ocasiones la utilización de otras aplicaciones complementarias como MetaMask. Para permitir a los usuarios acceder a las funciones de la dApp.

Esto se debe esencialmente al estadio de desarrollo en que actualmente se encuentran las aplicaciones descentralizadas. Pues, al ser una tecnología bastante nueva, no cuentan con la madurez necesaria, todavía, para enfrentarse directamente a las aplicaciones tradicionales en términos de popularidad.

Sin embargo, esto parece estar cambiando. Con analistas como Jason Goldberg considerando que el año 2020 será el año de las aplicaciones descentralizadas. Gracias a la simplificación en el proceso de uso de la tecnología Blockchain. Que permitirá a los usuarios de las dApps acceder a las funciones de las mismas de forma mucho más sencilla. Algo que, de concretarse, tiene el potencial de cambiar totalmente el mundo en que vivimos.

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