El 14 de agosto la compañía Chainalysis llevó a cabo un seminario web llamado “Tipologías de criptomonedas: lo que debe saber sobre quién es quién en la cadena de bloques”; lo cual implica una gran cantidad de riesgos en la industria de criptomonedas, incluyendo los mercados de redes oscuras, el financiamiento del terrorismo, fondos robados, estafas y otros.

Tal y como lo hemos comentado en post anteriores, la principal excusa de los gobiernos y de entidades financieras globales que han usado de estandarte para la regulación de las criptomonedas ha sido el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.

Con los resultados de este seminario, se revela que el porcentaje que es proveniente de una actividad ilícita o es derivada de ella sólo representa el 8% del total de las transacciones que se llevan a cabo en el mundo criptográfico.

Si bien es cierto que es un porcentaje elevado, realmente en un universo de más de $264.645.485.897 según CoinMarketcap al momento de la redacción de este artículo, indica indubitablemente que el uso de la criptografía es confiable y con usos lícitos.

Según Chainalysis el uso de los protocolos de mezcladores descentralizados tuvieron un aumento desde enero de este año.

¿Qué es un mezclador criptográfico?

En síntesis, se refiere a un tipo de software utilizado para encriptar aún más las transacciones, en los cuales el código de identificación de la transacción es mezclado con miles de transacciones antes de llegar a su destinatario final o su rebote a la dirección originaria.

En este ámbito, empresas como Wasabi Wallet ha mezclado un total de $250 millones en Bitcoin hasta la fecha. De igual manera el sistema criptográfico centralizado Bestmixer, que fue cerrado por Europol en mayo pasado, mezcló aproximadamente $200 millones en doce meses.

Al ser los mezcladores de monedas un servicio que busca mantener a todo costo el anonimato, salta cualquier norma KYC y es el más utilizado en la DeepWeb. Sin embargo, algunos creen que el uso de estos mezcladores no siempre es con fines ilícitos, simplemente le agregan una capa más de cifrado a las transacciones y por ende mayor seguridad y anonimato.

Lo cierto, es que aun cuando las nuevas tecnologías sigan usándose con mayor frecuencia, también se harán más populares los fraudes, estafas, robos y demás métodos alternativos de delinquir con el uso de las criptomonedas. Sin embargo, no por ello significa que el uso de las criptomonedas sea en su mayoría, utilizado para el financiamiento del terrorismo o blanqueamiento de capital en vez de el uso como método de pago de bienes y servicios o reservas de valor.

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