Te impresionaría saber que hay muchos multimillonarios que están gastando una buena parte de sus fortunas con la esperanza de prolongar la vida indefinidamente, sí, así como lo lees, estos magnates buscan alargar su vida de por vida.

La búsqueda de la vida eterna es tan vieja como la humanidad. Desde los egipcios, quienes momificaban a sus faraones para prepararlos para el largo viaje hacia una nueva vida, la humanidad ha recurrido a todo tipo de fórmulas para no morir.

En la China imperial cinco emperadores fallecieron por tomar pociones “rejuvenecedoras” a base de mercurio; en el siglo XV el Papa Inocencio VIII bebió la sangre de tres niños para vivir eternamente, y hace 100 años los franceses creían que inyectarse los testículos de un perro era el primer paso para lograr la eterna juventud.

Aunque ninguno de estos experimentos surtió efecto, el deseo de burlar la muerte sigue intacto. De hecho, cada vez tiene más seguidores gracias a los avances tecnológicos y la cantidad de dinero disponible destinado a la investigación.

Elon Musk (Tesla), Jeff Bezos (Amazon), Zuckerberg (Facebook) Peter Thiel (PayPal) son algunos de los millonarios que no han sido escatimados en la búsqueda de la fuente de la juventud. Hay cinco proyectos en los cuales participan con parte de su fortuna para ponerle freno al envejecimiento.

1- Rejuvenecer tejidos

En la carrera por conquistar la inmortalidad, el excéntrico cofundador de PayPal, Peter Thiel, ha invertido gran parte de su fortuna en Sens, una empresa que busca rejuvenecer los tejidos de la piel y reparar las células. Thiel además quiere crear ciudades en mar abierto y carros que vuelan, a pesar de que en más de una ocasión ha perdido dinero por apostarle a ese tipo de proyectos.

2- Chips en el cerebro

Por su parte, Elon Musk, ha estado invirtiendo en el desarrollo de chips de computadora que puedan ser implantados en el cerebro, una tecnología a la que llama Neuralink.

Una startup dedicada a la neurociencia con la que busca desarrollar un sistema compuesto por pequeños electrodos, con los que sea posible descargar el pensamiento de las personas y mejorarlos a partir del uso de Inteligencia Artificial.

Con esta, espera poder sobrevivir hasta el año 2100 y “salvar a la raza humana”.

3- Seguro contra el fin del mundo

Los multimillonarios, han optado por comprar islas desiertas y construir refugios contra ataques contra la Apocalipsis, y un lugar donde vivir lo suficiente para que las investigaciones médicas den sus frutos.

El empresario Larry Hall, por ejemplo, ha hecho un trabajo en esta industria, se ha transformado en un silo de misiles nucleares, estructuras notablemente en todo, en un complejo de residencias de lujo bajo tierra.

Por su parte, Mark Zuckerberg, el aún joven presidente (35 años) de la red social más popular del mundo, también se ha sumado a la tendencia pero ha buscado hacerlo a su modo y su residencia para el Día Final en la isla de Kauai, en Hawaii.

4- Sangre joven

Muchas empresas han estado realizando ensayos sobre los efectos positivos de recibir regulares transferencias de sangre joven procedente de personas de entre 16 y 25 años de edad.

Aquí también entra en juego Thiel, ha invertido en la empresa Breakout Labs, dedicada a encontrar nuevas formas de extender la vida humana, como la experimentación con la sangre joven.

5- Transmigrar a la nube

Debido a las inmensas inversiones de este puñado de hombres, el inaudito sueño de la vida eterna suena cada vez más posible.

El centro de esta revolución ha sido Silicon Valley, el hogar de las empresas de tecnología más grandes del mundo como Apple, Google y Facebook. El éxito de estas compañías y el boom de Internet han llevado a que los líderes del sector sean cada vez más ambiciosos.

Morir para alcanzar la inmortalidad puede parecer contradictorio, pero de hecho ha generado cierto interés entre los millonarios de Silicon Valley.

El proceso, que aún no está operativo, es simple. El cerebro de la persona debe ser embalsamado para que luego se pueda reconstruir su conectoma, es decir un mapa de las conexiones entre las neuronas del cerebro. Con esa información luego se crearía una simulación computacional con la cual el paciente volvería a la vida pero sólo en formato digital.

La posibilidad de una vida eterna todavía suena como una quimera, aunque el progreso exponencial de la ciencia hace pensar que un futuro distópico de hombres de 400 años ya no es imposible.

¿Llegarán estos multimillonarios a casos más extremos para vivir eternamente?

Deja un comentario