Generalmente, en el mundo de las criptomonedas y la tecnología en general, las biografías son un asunto para Homo Sapiens. Sin embargo, no pocas veces los animales fueron protagonistas de grandes avances y existen casos emblemáticos como Laika en la antigua Unión Soviética. En este trabajo presentamos una breve biografía de Kabosu, la Shiba Inu que sirvió de inspiración para Dogecoin y todo un mercado de grandes dimensiones.

Es importante recalcar que este trabajo no pretende ser detallado. La biografía escrita por la dueña de Kabosu, Atsuko Sato, se encarga de ello. En todo caso, acá presentamos algunos de los pasajes más importantes, sobre todo, los que tienen relación con la criptomoneda Doge.

La historia de Kabocha (apodo de Kaboso que significa calabaza en japonés), es la más corriente que se puede suponer. «Su madre la abandonó cuando apenas abría los ojos y con el cordón umbilical todavía pegado», relata Sato en una publicación en su blog. Explica que fue rescatada junto con un hermano, el cual falleció poco después. Sin embargo, Kabocha logró sobrevivir gracias al cuidado amoroso de su madre adoptiva.

En 2008, la Shiba Inu estuvo en un refugio hasta que cautivó a Sato, quien la incorporó a su familia en julio de 2010. Ese mismo año, Sato tomó la fotografía que se hizo viral en Internet.

Kabosu, de mascota ordinaria a ser la imagen de Dogecoin

Cualquier biografía de Kabosu estaría incompleta sin el relato de la viralización de su popular imagen hasta llegar a Dogecoin. La expresión jocosa de reojo y cejas levantadas causó un enorme impacto en las redes sociales, donde no tardó en viralizarse. Mientras se hacía famosa, Kabocha y su dueña continuaban su rutina normal sin enterarse de nada.

«Se sintió muy extraño ver su rostro allí. Era una Kabosu que no conocía», comenta Sato sobre su reacción al enterarse de la viralización. Tan fuerte fue el impacto de la imagen de la Shiba Inu, que algunos medios se tomaron la tarea de ubicar a la protagonista. El portal The Verge fue el que dio con el paradero de «Doge» por primera vez. A partir de ese momento, la imagen tenía identidad y Kabosu se convirtió en una celebridad.

Para esa fecha, su expresión Wow, burlona y sarcástica sirvió de inspiración para los desarrolladores informáticos Billy Markus y Jackson Palmer. Estos últimos pretendían demostrar que las criptomonedas eran inútiles por medio de la creación de una moneda parodia que se mofaba de Bitcoin. Con ese objetivo, ¿qué mejor imagen que un meme como Kabocha? Fue así como nación Dogecoin. 

Cabe resaltar que los planes de estos dos desarrolladores antisistemas tuvieron el resultado menos deseado por ellos. La biografía de Kabosu está íntimamente ligada a Dogecoin y todo lo que representó posteriormente. Ahora, el mercado meme de criptomonedas se compone de varias decenas de miles de millones de dólares y cientos de nuevos tokens que se crean diariamente.

Probablemente, nada de esto hubiera tenido tal magnitud si no fuera por una perrita corriente, cuya única tarea era acompañar a su dueña a un jardín de infancia al este de Tokio.

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