Las monedas digitales son activos de alto riesgo de la misma manera que las acciones de crecimiento de los mercados bursátiles. Eso quiere decir que los precios en el mercado cripto son altamente susceptibles a la política monetaria de la Reserva Federal. A partir de 2021, esa realidad se hizo evidente con las cambiantes condiciones macroeconómicas.

Las teorías de la exclusividad de las criptomonedas con respecto al mercado amplio quedaron atrás. En ese sentido, quedó demostrado que el sector cripto no es una realidad paralela, sino que se mueve junto con las condiciones que le rodean. Las grandes inversiones institucionales y también minoristas crearon una inevitable correlación entre el área de activos digitales y las acciones de riesgo.

En este escenario surgen algunas interrogantes de cómo y por qué pasa esto. La respuesta corta es que los inversores que compran Bitcoin u otras monedas son sujetos que dependen de las políticas monetarias del banco central y reaccionan negativa o positivamente a ellas. En este trabajo se repasan algunas características de este proceso de influencia de la emisión de dinero en el valor de las criptomonedas.

¿Cómo influyen las políticas monetarias en los precios del mercado cripto?

Los precios en el mercado cripto no se generan de la nada, sino que están firmemente aferrados al desarrollo del dinero fiat. Existen muchos factores que determinan el valor de los activos criptográficos, pero este es uno de los determinantes.

El primer concepto a tener en cuenta es el precio del dinero o tasas de interés. Se trata de comisiones que pagan las personas o empresas por los préstamos recibidos de los bancos. Del estado de esa tasa depende en gran medida que los mercados financieros estén verdes o rojos. Sin embargo, es de notar que esa tasa se mantiene en un delgado equilibrio que a menudo se rompe.

Cuando aparecen las crisis, el banco central baja la tasa de interés e imprime dinero en exceso para evitar que la economía se desplome. Al promover ese excedente de liquidez y fácil acceso al crédito, se abre una etapa de florecimiento económico: sube el empleo, los ingresos y el consumo minorista se dispara. Esa cadena lleva a que aumente el flujo de caja de las empresas, lo que genera confianza entre los inversores en la bolsa.

En medio de ese paraíso de dinero fácil, los inversores de todos los tamaños amasan importantes cantidades de dinero. Buena parte de esa masa se dirige hacia las monedas digitales. Esa es la primera cara de cómo las políticas monetarias dejan su huella en los precios del mercado cripto.

Vale la pena mencionar que, en tiempos de crisis, la Fed se apega a la ortodoxia. Esto se traduce en que no reconoce medidas alternativas a la impresión de notas bancarias y aflojamiento de las políticas monetarias.

Cuando el mercado se calienta

Las bajas tasas más miles de millones lanzados al mercado ponen los motores de la economía a toda marcha. Pero el escenario de crecimiento perpetuo no existe y el alto ritmo de crecimiento del PIB lleva al sobrecalentamiento de la economía. En consecuencia, la riqueza generada en el proceso de auge se va acumulando. Así, llega un momento en que la masa monetaria crece en proporción geométrica mientras la oferta de bienes y servicios crece a ritmo aritmético.

En palabras sencillas, hay mucho y cada vez más dinero para un número de productos de crecimiento limitado. El resultado inevitable de esto es la inflación. Mientras más crece la economía, más alta se va tornando la inflación. La tendencia de los precios es difícil de bajar, dado que la etapa de crecimiento solidifica el mercado de empleo. Esto permite a los consumidores blindarse con ahorros e inversiones que les ayudan a adaptarse al aumento de la inflación y seguir gastando.

Hasta aquí, los precios del mercado cripto se mantienen positivos.

Cuando se llega a un momento crítico con la inflación, el banco central interviene con la clásica medida del tapering o recorte de las inyecciones de liquidez. Al mismo tiempo, se aplican los aumentos de la tasa de interés. Estas medidas provocan una caída de las aplicaciones para los créditos por parte de las empresas. Eso significa menos producción, menos ingresos y medidas de ahorro (recorte de nóminas y congelamiento de salarios).

Los precios en el mercado cripto están sujetos a las políticas monetarias.
En el gráfico se puede apreciar claramente la correlación entre el M2 o medida de la cantidad de dinero de la Fed (línea marrón) y el precio de Bitcoin (línea azul). Fuente: TradingView

El efecto desplome

El efecto contrario se nota de inmediato con alto desempleo, bajo consumo y poco dinero en las manos de los inversores. Las empresas, al producir menos, también generan menos ingresos y sus acciones se van en picada en la bolsa. La baja capacidad de compra y la tendencia bajista de las acciones llevan a los inversores a alejarse de las acciones de riesgo.

Los capitales de invasión se posan en los bonos del Tesoro u otros activos de reserva. Esta es la manera inversa de cómo las políticas monetarias afectan los precios en el mercado cripto.

En 2020, cuando inició la pandemia del Covid, la Fed llevó la tasa de interés cerca al cero. Paralelamente, lanzó un plan de compra de bonos del Tesoro y bienes hipotecarios respaldados por $120 mil millones mensuales. La burbuja del dinero fácil llevó el valor de Bitcoin máximos históricos. Idéntica realidad se emuló en los principales índices de referencia.

Cuando la inflación tocó máximos de 40 años, el banco central actuó y tomó medidas agresivas en cuanto a políticas monetarias. El resultado es que los precios del mercado cripto y todos los mercados financieros en general se fueron en picada.

No se debe obviar que los efectos de las políticas monetarias se expresan de manera gradual y no mecánica. La emisión de dinero por parte de la Fed es seguida a un ritmo fiel por parte del precio de Bitcoin. Esto último es una gran oportunidad de anticipación para los inversores.

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