Venezuela, un país que ha experimentado una crisis monetaria y tiene motivos para explorar mejores formas de dinero como lo son las criptomonedas, podría ser el primer lugar para incentivar adecuadamente la adopción de las mismas.

En estos momentos atraviesa una hiperinflación, su moneda local se devalúa cada día más y más, por lo que necesitan de una moneda fuerte donde puedan proteger su trabajo, sus ganancias y ahorros.

En tal sentido, la nación latinoamericana, envuelta en una crisis constitucional y humanitaria, se ha convertido en el hogar de varios comerciantes que utilizan la moneda virtual para completar las transacciones en una economía atormentada por la hiperinflación y la inestabilidad. En Venezuela, la crisis económica que comenzó a golpear en 2014 se ha convertido en una escasez de alimentos y cortes de energía para los 32 millones de habitantes del país.

Dash, una de las 20 mayores criptomonedas en términos de capitalización de mercado, según CoinMarketCap, afirma a Inverse que más de 800 comerciantes aceptan su criptomoneda en agosto de 2018. Tan solo tres meses más tarde, esa cifra se situó en más de 2.200.

Como la moneda de Venezuela, el bolívar, experimenta una volatilidad creciente, el criptográfico se ha mostrado útil. Los venezolanos han descubierto que su facilidad de uso supera su volatilidad, un punto de inflexión que la mayoría de los otros países aún no han alcanzado.

Adopción de Dash en el país

Church’s Chicken

La cuarta tienda de comida rápida para pollos en los Estados Unidos ha servido a los venezolanos durante los últimos 11 años. Desde el 12 de diciembre de 2018, también afirma ser la primera y de comida rápida en Venezuela en aceptar la criptomoneda, una iniciativa apoyada por el grupo central de Dash.

La franquicia opera en la ciudad capital de Caracas y en cuatro de los 23 estados de Venezuela.

Universidad Simón Bolívar

El número de comercios que admiten la criptomoneda habla por sí sólo. El listado está presente en la web de dash y cualquiera lo puede consultar. A quien no le hará falta será a los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, donde este método de pago se ha popularizado en seis facultades.

“Se acepta dash” es el cartel que se puede leer en los kioscos de Mecánica, Materiales, Electrónica, Computación, Urbanismo y Organización Empresarial.

Steelus

Steelus comenzó como una pequeña empresa en 2012, cofundada por Kevin Ramírez, que fabrica cinturones para hombres de lona resistente. Se expandió gradualmente a una startup en 2015 con seis empleados. El equipo obtendría hebillas de China, fabricaría el cinturón en Venezuela y lo enviaría internacionalmente a través de Panamá. Esto, Ramírez le dice a Inverse, todo cambió para el tercer trimestre de 2017.

En noviembre de 2017, el equipo comenzó a comprar Dash a través de la plataforma Cryptobuyer. Compraron lo suficiente para comenzar a fabricar de nuevo en China. Cuando habló con su agente comercial, informó al equipo que los fabricantes aceptarían a Dash como un mecanismo de pago directo en lugar de un intermediario.

La criptomoneda ha demostrado una serie de beneficios inesperados. Su diseño sin bordes hace que sea más fácil que nunca importar y exportar con facilidad. Estos resultados podrían ser una experiencia de aprendizaje vital para la adopción masiva.

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