Desde que se inventó el Bitcoin en el 2009 siempre se ha visto escepticismo en cuanto él, en años anteriores más que en la actualidad, pero así como hay un enorme grupo de fieles seguidores que lo aceptan, lo usan y evangelizan acerca de él y del mundo Crypto en general, también vemos como muchas son las personas que aún mantienen cierto recelo y escepticismo sobre el Bitcoin y las criptomonedas.
Y es que todo esto es válido ya que se trata de confiar en un valor económico, de ahí renacen muchas inquietudes en cuanto el tema, preguntas que posiblemente no se podrán responder ahora, y otras que con el tiempo llegarán, sin embargo esto no quiere decir que no se pueda elaborar marcos y teorías de acuerdo al Bitcoin, para entender y comprender un poco más acerca de sus usos, y que tan confiable es, y si hoy lo podemos ver como un contrato social.
Para entender un poco que es un contrato social, te traemos un ejemplo práctico: El dinero fiduciario: Las personas le dan al estado el control sobre la oferta entre otras tantas cosas, que son vitales del dinero. Y el Estado a su vez, usa esto para “administrar” la economía haciendo la redistribución de la riqueza. En tal sentido, aunque muchos no lo puedan ver, el Bitcoin también funciona como un contrato social.
Contrato Social
Básicamente es el deseo de un conjunto de personas en una sociedad que va enfocado hacia un resultado. Si por ejemplo hay personas que están descontentas con la economía del trueque, pueden acordar colectivamente usar dinero, crédito u otra cosa para mejorar la calidad de sus operaciones.
En este sentido si muchas personas en una sociedad desean el mismo resultado, podemos llamar al resultado un”punto de Schelling” o contrato social.
“El dinero da el poder”
Este dicho tiene mucho de realidad y es que a través del tiempo y de la historia, muchos gobiernos han abusado del poder que les otorgan las personas pertenecientes a una nación. Al tener el control del dinero, se sienten con derecho de muchas cosas, por lo que han sido capaces de confiscar cuentas, impiden transacciones, imprimir más dinero, e inflar la oferta, a veces hasta el punto de la hiperinflación.
Como consecuencia, la gente perdió la confianza puesta en el contrato social. En tal sentido, tomaron como alternativa, regresar a un acuerdo que conservaba la mayoría de los beneficios; un dinero de la mercancía.
Sin embargo el nuevo contrato de dinero de los productos básicos resultó ser inestable. Para ello te damos un ejemplo:
El oro…
El oro físico era muy incomodo para dividir, mover y almacenar, en vista de esto las personas inventaron otra salida alterna, intercambió con papel moneda representativo, mientras que el oro físico ya no se movía.
Como el papel moneda es fácil de producir, tenía que haber una parte central de confianza para vigilar el suministro. A partir de ahí, fue un pequeño paso para que los gobiernos desacoplaran el valor del papel moneda del producto básico subyacente para establecer nuevamente el dinero fiduciario.
En conclusión, sin una institución estable para hacerla cumplir, un contrato pierde la confianza de la gente y se desmorona.
Las reglas del Bitcoin
Cuando se inventó el Bitcoin no inventaron un contrato social, lo que Nakamoto hizo fue aprovechar la tecnología para solventar problemas de implementaciones pasadas y modificó el contrato anterior, haciéndolo más fácil con otra versión. Estableciendo las siguientes reglas:
- Solo el propietario de una moneda puede producir la firma para gastarla (resistencia a la confiscación)
- Cualquiera puede realizar transacciones y almacenar valor en Bitcoin sin permiso (resistencia a la censura)
- Solo habrá 21 millones de bitcoins, emitidos en un tiempo predecible (resistencia a la inflación)
- Todos los usuarios deben poder verificar las reglas de Bitcoin (resistencia a la falsificación)
Cuando una institución social se vuelve más grande y valiosa atrae a muchas personas que pretenden tener el control sobre ella, en consecuencia tal institución necesita de protección que generalmente viene dado por el gobierno, pero en realidad esta protección con el tiempo se convierte en poder, ambición y abuso que posteriormente perderá el beneficio para las personas la cual será reemplazada por una nueva institución y este círculo se repetirá una y otra vez.
Viendo esto Satoshi quiso romper con este patrón vicioso de dos formas.
Bitcoin crea un mercado hipercompetitivo para su propia protección. Convierte la seguridad en un producto y los proveedores de seguridad (mineros) en productores de productos sin dientes.
Y, en segundo lugar, Satoshi encontró una manera para que estos proveedores de seguridad competidores lleguen a un consenso sobre quién posee qué en un momento dado.
Ver a Bitcoin como un contrato social, habilitado y automatizado por una capa técnica, tiene muchos beneficios.
¿Quién puede cambiar las reglas del Bitcoin?
Bitcoin, como red de computadoras, se crea cuando muchas personas ejecutan implementaciones de Bitcoin en sus computadoras que siguen el mismo conjunto de reglas.
Entonces, puedes permanecer en la red siempre y cuando estés dispuesto a seguir esas reglas, si como persona intentaras cambiar las reglas desde tu computadora, pues será imposible, lo que lograrás es desalojarte ya que para poder hacer esto debe haber un consenso entre las demás personas que siguen las reglas ya previstas.
Puedes proponer un cambio de reglas en el contrato social solo que te llevará tiempo, ya que debes convencer a millones de personas, en consecuencia, dificulta tener un amplio consenso global entorno a ello. Esta es la razón por la cual la red de Bitcoin puede actualizarse de manera que refleje el deseo de sus miembros, pero al mismo tiempo es increíblemente resistente a los cambios de los malos actores.
¿Puede un error de software matar a Bitcoin?
En septiembre de 2018, surgió un error de software en la implementación más popular (conjunto de reglas locales) de Bitcoin. El error tenía dos posibles vectores de ataque: permitía a un atacante cerrar los clientes de Bitcoin de otras personas (por lo que ya no podían verificar las reglas, romper la resistencia a la falsificación) y potencialmente gastar el mismo Bitcoin dos veces (romper la regla de resistencia).
Esto se pudo solventar rápidamente por sus desarrolladores, a tiempo y nunca fue explotado por ningún atacante. Sin embargo muchas personas preguntan si hubo daño en realidad tras este error.
Entonces la teoría del contrato social dice que no, dado que las reglas vienen de la sociedad y el software solo las automatiza. Una falla de la capa de protocolo para hacer cumplir temporalmente las reglas del contrato no tiene una influencia permanente en la validez del contrato en sí.
¿Las horquillas de Bitcoin ponen en peligro la regla de no inflación?
Otra pregunta se centra en el concepto de “bifurcaciones”. Dado que el software de Bitcoin es de código abierto (que permite a los usuarios verificar que su conjunto de reglas hace lo que dice), cualquiera puede copiarlo y hacer cambios. Eso se denomina “bifurcación”.
Usando la misma línea que planteamos para explicar las reglas del Bitcoin te explicamos la bifurcación. Si usted quisiera bifucar Bitcoin y no permitir que la nueva red muera de inmediato, también debe bifurcar el contrato social.
Como se da en las reglas, debe convencer a la mayor cantidad de personas posible de que sus reglas son mejores a las que ya están establecidas. De manera que actualicen sus reglas junto a las suyas. Estos tipos de horquillas son escasos y difíciles de arrancar porque requieren la compra de miles de personas.
Una vez más, la clave está en comprender que todo el valor de los tokens es puramente una construcción social. Los tokens no tienen ningún valor; Reciben su valor del consenso social. Bifurcar el protocolo no equivale a forzar el contrato social, por lo que el nuevo token no vale nada por defecto.
Bitcoin puede verse como contratos sociales, entre personas en la sociedad. Como bien lo mencionamos en el transcurso del post, Bitcoin no es un contrato nuevo, es una versión nueva. En comparación con los intentos anteriores, la implementación de Bitcoin es una mejora dramática porque crea un mercado hiper competitivo para su propia seguridad.
