Los proveedores de servicios de monedas criptográficas pronto deberán obtener una licencia del banco central de los Países Bajos. Con esta medida buscan incentivar el desarrollo de criptomonedas y garantizar la seguridad de las mismas, utilizando un medio regulador que no interviene en las transacciones ni libertad de los mismo, mientras estén dentro de los parámetros estipulados en la licencia.

Explican que la razón que originó esta medida fue por el ideal de que “evitará que se usen esas criptomonedas para lavar dinero obtenido mediante de litos o para financiar el terrorismo”.

Para calificar para una licencia, los proveedores deberán saber quiénes son sus clientes y reportar transacciones inusuales. Todos estos datos serán monitoreados por De Nederlandsche Bank (el banco central holandés).

En agosto, un ejecutivo del banco central holandés declaró que las criptomonedas no se reconocen como “dinero real”, pero que el banco no tiene planes de prohibirlas. También en agosto, un asesor del banco central afirmó que los cambios en los precios de Bitcoin (BTC) coinciden con las búsquedas de Google de la criptomoneda.

Además, en octubre el Puerto de Rotterdam se asoció con un importante banco holandés y con Samsung para probar el uso de Blockchain para el envío en el puerto más grande de Europa. También en Holanda, la mayor cadena de supermercados del país, Albert Heijn, reveló en septiembre que está utilizando Blockchain para hacer que la producción de su jugo de naranja sea más transparente.

Contexto Mundial

En abril Japón aplicó leyes similares, las cuales obligan a los intercambios de criptomonedas a reportar transacciones de criptomonedas dudosas, se observó un notable incremento en el número de dichos informes este invierno.

El resto del mundo, especialmente en el territorio europeo, están empezando a utilizar y considerar las licencias para intercambios de criptomonedas, considerando la efectividad de la misma.

Sin embargo, ya existen críticas ante la misma idea, donde postulan el escenario en el que si logran falsificar o engañar el sistema de licencias, los reguladores estarían indefensos y abalarían lo que el estafador busca.

Deja un comentario