Durante los últimos años, cada vez más instituciones financieras tradicionales han empezado a aceptar a Bitcoin como un activo financiero más que deben incluir en su portafolio. Sin embargo, no todo lo que viene desde el mercado financiero son halagos para Bitcoin. Por el contrario, aún existen instituciones y analistas que critican fuertemente a la criptomoneda, ya sea por sus cualidades financieras o por su huella ecológica. Este es el caso de Francisco Blanch, un analista de Bank of America el cual ataca a Bitcoin.

El Bitcoin no es práctico

Así, a través de un reporte recientemente difundido por el banco, Blanch critica fuertemente la idea de que Bitcoin pueda ser considerado un activo reserva de valor. Por el contrario, según el analista de Bank of America, Bitcoin sería un activo excepcionalmente volátil y muy poco práctico. El cual no es en absoluto inmune a la inflación, como la cripto comunidad ha defendido durante años:

El Bitcoin también se ha correlacionado con los activos de riesgo, no está ligado a la inflación y sigue siendo excepcionalmente volátil, lo que lo hace poco práctico como depósito de riqueza o mecanismo de pago. Por lo tanto, el principal argumento de la cartera para mantener el Bitcoin no es la diversificación, los rendimientos estables o la protección contra la inflación, sino la mera apreciación del precio, un factor que depende de que la demanda de Bitcoin supere a la oferta».

En su reporte para el Bank of America, Blanch también menciona lo impráctico que resultan las operaciones en la Blockchain de Bitcoin. Especialmente cuando las mismas son comparadas con las de otras plataformas financieras como Visa. Pues, mientras BTC solo puede manejar 1.400 transacciones por hora, Visa puede ejecutar 236 millones. Lo que hace del uso de la criptomoneda una tarea particularmente complicada.

Bank of America critica el daño ambiental

Sin embargo, en dónde más demoledora se vuelve la crítica de Francisco Blanch contra Bitcoin, es cuando se menciona el impacto medioambiental de la criptomoneda. Así, según el reporte, la minería de Bitcoin es la actividad con mayor huella de carbono en relación con la entrada de dólares que lleva a cabo la humanidad actualmente. Aumentando el uso de energía de la red de la criptomoneda en un 200% durante los últimos dos años, hasta ser comparable al consumo energético de Holanda, Grecia y República Checa.

La creciente complejidad del sistema crea, en última instancia, un círculo vicioso medioambiental de aumento de precios, aumento de la potencia, aumento del consumo de energía y, en última instancia, aumento de las emisiones de CO2».

De esta forma, y según los cálculos realizados por el analista de Bank of America en su ataque a Bitcoin, una inversión de 1 millardo de dólares en BTC, equivale a 1.2 millones de automóviles a gasolina recorriendo las calles cada año. Por lo que una inversión de 1.5 millardos como la realizada por Tesla equivaldría a 1.8 millones de autos a gasolina. Siendo que incluso la compra de un Bitcoin a 50.000 dólares tiene la misma huella de carbono que 60 automóviles. Unas cifras alarmantes que, para el banco, minan la sustentabilidad de BTC en el largo plazo.

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