“Las DApps son el futuro”, todos en algún momento hemos escuchado esta afirmación en boca de un fanático de las dApps, pero, realmente ¿Qué es una Dapp y cómo funciona? Bueno, toma lápiz y papel porque en CriptoTendencia te lo explicamos.

Muy bien, primero pensemos en todo lo que sabemos sobre las Apps. Esos iconos brillantes de colores en nuestro teléfonos, y donde solo con unos pocos toques tenemos acceso a un mundo de posibilidades, desde compartir fotos y pensamientos, hasta leer las últimas noticias y buscar empleo. Fácil, barato y seguro, ¿No?

Pues no, y es que el gran problema que las aplicaciones tradicionales representan para algunos usuarios, es la vulnerabilidad de su información una vez se encuentra en la base de datos de la App. Y es que si algo se pudo aprender luego del escándalo de Cambridge Analytica, es que incluso en manos de la empresa “mejor intencionada” nuestros datos nunca están totalmente seguros.

¿Cuál es la solución? Pues que nuestros datos no estén en manos de nadie, ¿Simple, cierto? Eso es lo que piensan los impulsores de las dApps o Aplicaciones descentralizadas, aplicaciones que cumplen con una serie de características que las harían más seguras que cualquier aplicación común y corriente.

En primer lugar, las dApps son de código abierto, es decir que cualquiera (si, cualquiera, incluso tú) tiene acceso al código fuente de las dApps, pudiendo conocer su funcionamiento con solo dar un vistazo… y con algo de conocimiento en informática, pero a fin de cuentas, ¿Imaginas a una gran aplicación como Twitter o Instagram mostrándole al público el código con el que trabajan? Yo tampoco.

Las dApps operan de forma autónoma, no dependen de ningún ente centralizado, gran organización o empresa malvada (te estamos observando, Disney) para funcionar, una vez que están en marcha las aplicaciones descentralizadas lo siguen estando, trabajando de forma, pues… descentralizada.

¿Cómo hacen esto? Pues haciendo uso del blockchain por supuesto, y no de cualquier blockchain, sino de una blockchain pública, permitiendo a cualquier usuario participar en el funcionamiento de la Dapp, por lo que nunca los datos se encuentran en manos de un solo actor. Tan simple como suena.

Y todo esto de la blockchain pública es muy importante cuando hablamos del último elemento fundamental de las dApps: los tokens. Y es que las dApps hacen uso de tokens, monedas que obtienen los usuarios y que les permiten acceder a los servicios que ofrece la aplicación.

Estos tokens normalmente funcionan a través de la red de Ethereum, y para que realmente cumplan su papel no deben estar concentrados en ninguna entidad que los posea de forma exclusiva: no hay descentralización con monopolio.

Puesto de esa forma las dApps suenan bastante bien. Imagina tener Instagram sin que toda tu información personal, las fotos que envías, e incluso los mensajes privados que dejas, pasen por los servidores de Facebook, ¿Una maravilla no? Bueno, como siempre, las cosas no pueden ser tan sencillas.

Y es que las dApps tienen un gran problema, son muy complicadas de utilizar. Todas las barreras que se levantan para evitar que tus datos caigan en manos de un tercer actor, también son barreras contra el usuario que dificultan la “usabilidad” de la aplicación, después de todo Instagram nunca te pidió tokens para funcionar ¿Cierto?

Esto hace que aquellos usuarios menos preocupados por el uso específico que se hace de sus datos personales (la franca mayoría), continúen usando las aplicaciones tradicionales como siempre. Sin embargo, la tecnología continúa avanzando, y las dApps cada vez se vuelven más accesibles para el usuarios común, por lo que quien sabe, es muy posible que pronto veamos a dApps compitiendo de tú a tú con grandes compañías tecnológicas como Facebook y Twitter, para las que la premisa parece clara: innovar o morir.

Deja un comentario