La tecnología Blockchain ha generado un gran cambio en centros de salud alrededor del mundo. Aquellas instituciones que han probado la cadena de bloques, especialmente en Asia, lo han corroborado, afirmando haber registrado claras mejoras en los servicios ofrecidos. Sin embargo, esta tecnología aún no ha logrado masificarse. Prueba de ello es que en Europa el 44% de las organizaciones de salud nunca han oído hablar de Blockchain.

De acuerdo con una encuesta realizada por la firma estadounidense de investigación de mercado, International Data Corporation (IDC), cerca de la mitad de las entidades de salud en el “Viejo Continente”, nunca han escuchado sobre la cadena de bloques.

Como una tecnología disruptiva y solución innovadora, es normal que aún se desconozca sobre la cadena de bloques, pero luego de algunos años ganando fuerza en diversos sectores, se esperaría que el desconocimiento sobre Blockchain fuese menor.

La investigación, que recoge opiniones de 290 centros de salud en toda Europa y contiene datos de la Encuesta de mercado vertical europea de IDC en 2018 y 2019, revela que sólo el 12% está relacionado de alguna forma con esta tecnología. De este grupo, un 1% ha mostrado iniciativas propias relacionadas con el uso de Blockchain en la producción, mientras que otro 1% tiene múltiples proyectos con esta tecnología.

Por su parte, el 23% de los encuestados afirmó que no tiene claro o no entiende el impacto de Blockchain, mientras que el 21% aunque aprecia cómo puede ser empleada esta tecnología, no tiene planeado utilizarla.

Otra de las revelaciones de este estudio es que existen tres casos de uso principales para la cadena de bloques en la industria sanitaria europea: acuerdos de transacción, gestión de identidad y gestión de registros compartidos.

Aunque esta tecnología ha demostrado tanto su utilidad como su potencial en ese y otros sectores, ya se demostró que eso no le garantiza su adopción. Por lo tanto, aquellos que desean masificar el uso de la cadena de bloques deben asegurarse de cambiar sus estrategias para alcanzar a los grupos que o aún no han escuchado sobre esta innovación o no la entienden por completo.

Adaptarse a cosas nuevas no siempre es sencillo, mucho menos cuando se trata de tecnologías disruptivas, las cuales suelen cambiar los esquemas que se tenían preestablecidos sobre cómo se supone deberían funcionar las cosas. Es por ello que se necesita aún más esfuerzo para lograr la aceptación de tecnologías como estas.

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