El sueño es hermoso, la apuesta alta, y las consecuencias, muchas veces, funestas. El optimismo siempre ha sido uno de los grandes pilares de la democracia estadounidense. Aunque a veces, también, el optimismo es una trampa. Pensando quizás en un futuro repleto de éxitos, al estudiante americano medio no le queda otra que endeudarse para financiar matrículas más caras que una casa en la playa.

Testimonio de eso, lo dieron estos tres estudiantes que huyeron de EE.UU. para escapar de su deuda estudiantil, uno vive en Ucrania, una chica en Japón y otro joven en la jungla.

Haag de 29 años, se mudó este año a la Jungla, vive actualmente en una casa de concreto donde paga un alquiler de $50, rodeado de elefantes, pollos y cocoteros, dice no arrepentirse de haberse mudado de EE.UU., asegurando que este cambio hace que  sus préstamos estudiantiles ya no se sienten reales. El saldo de préstamos estudiantiles de Haag es de alrededor de $ 20,000 expresó que si no estás ganando un salario digno, $ 20,000 en deudas son devastadores.

Adaptase a un nuevo país no es nada fácil. Otro chico que también huyó por la misma razón es Chad Albright él asistió a la Universidad de Millersville, en Pennsylvania, donde estudió comunicaciones e historia. Al momento de irse de EE.UU. su deuda era de $ 30,000 en préstamos estudiantiles, se mudó a China y trabajó como profesor de inglés sin embargo, actualmente vive en Ucrania y siente que la universidad arruinó su vida.

Asegura que ganó unos $ 1,000 al mes en China, la escuela donde enseñaba cubría la mayor parte de su alquiler y el costo de vida era mucho más bajo que en Pensilvania. Dice estar feliz en Ucrania y dentro de sus planes no está regresar a EE.UU.

Katrina Williams tenía prisa por encontrar un trabajo después de graduarse de la Universidad del Sur de Alabama en 2013. Estaba buscando una factura mensual de préstamo estudiantil de $ 700. Se mudó a China para enseñar inglés.

A diferencia de los otros dos chicos, ella comentó que extraña a su familia y se le ha dificultado hacer amistades en Japón, piensa en regresar a su país, pero señala que su deuda estudiantil actual es de $ 100,000.

Según los expertos, mudarse a otro país para escapar de la deuda de los estudiantes es arriesgado. Si la persona desea o necesita regresar a los Estados Unidos, encontrará que el saldo de su préstamo solo ha aumentado mientras no estaban, gracias al interés compuesto, los cargos por cobranza y los cargos por pagos atrasados.

Labor social para deudas estudiantiles

Recientemente el multimillonario Robert F. Smith anunció durante la ceremonia de graduación en la Universidad de Morehouse, ubicada en Atlanta (EE.UU.), que pagará la deuda estudiantil de 396 de los graduados. La institución, que históricamente ha tenido estudiantes afroamericanos y a grandes activistas, otorgó ese día un título honorífico a Smith por sus contribuciones sociales.

La deuda que será saldada fue estimada en 40 millones de dólares, una suma significativa que es considerada como el regalo más grande en toda la historia de la institución.

Los asistentes, que no se esperaban semejante gesto, respondieron con un eufórico aplauso en señal de agradecimiento. Según comentaron algunos, fue algo igual o mejor a ganarse la lotería.

Por ahora muchos estudiantes contarán con una tranquilidad financiera. Smith ha asegurado que no espera recibir nada a cambio y dijo a los graduados: “Sé que ustedes lo devolverán más adelante y ayudarán a mejorar las vidas de otros estudiantes afroamericanos”.

Se estima que en Estados Unidos la deuda estudiantil asciende a 1.500 millones de dólares y es la categoría de deuda de consumo más alta del país, por delante de las tarjetas de crédito y préstamos para la compra de automóviles. En el país es considerado un problema creciente debido al incremento del costo de la educación universitaria y los problemas para cumplir puntualmente con los pagos.

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