El 19 de marzo un grupo de empleados de la plataforma Kickstartes anunció un plan para sindicalizarse. El sindicato sería ante la Oficina y el Sindicato Internacional de Empleados Profesionales. De ser reconocido, Kickstartes sería la primera compañía de tecnología importante con representación sindical en los Estados Unidos.

En un comunicado publicado por The Verge, se lee:

“Kickstarter United se enorgullece de iniciar el proceso de sindicación de salvaguardar y enriquecer los compromisos de Kickstarter a la creatividad, la equidad y un impacto positivo en la sociedad. Confiamos en el proceso democrático y estamos seguro de que la dirección de la compañía se encuentra con nosotros en este esfuerzo. Kickstartes ha sido siempre un pionero, y este es un momento crucial para la tecnología, queremos establecer el estándar para toda la industria. Ahora es el momento. Vamos juntos a sindicalizarse”.

Todavía no está claro si la compañía reconocerá el sindicato. La empresa está experimentando un cambio de liderazgo, el CEO Perry Chen anunció su renuncia el mismo día que Kickstarter United anunció su intención de sindicalizarse.

Históricamente, los sindicatos evocan imágenes de piquetes y protestas por salarios justos o seguridad en el trabajo, pero en Silicon Valley, estamos viendo algo diferente. Kickstarter United, y las acciones colectivas tomadas por los empleados de alta tecnología en el último año, señalan que los profesionales de esta región quieren tener un papel en la dirección de la compañía a nivel empresarial. En el último año hemos visto:

  • 20 mil empleados de Google participaron en un ‘pie de salida’, así como una campaña de sensibilización organizada, para poner fin a las políticas de arbitraje forzoso.
  • Empleados de Amazon escribieron una carta abierta a Jeff Bezos, para exigirle dejar de vender servicios de reconocimiento facial para hacer cumplir la ley, junto con la demanda de transparencia en torno a los contratos de aplicación de la ley de Amazon.
  • Los empleados de Microsoft publicaron una petición que reza: “Solicitamos que Microsoft cancele sus contratos con el ICE, y con otros clientes que permiten directamente ICE. A medida que las personas que construyen las tecnologías que Microsoft se beneficia de que se niegan a ser cómplices”.

Las empresas han tenido respuestas mixtas a estas campañas. el CEO de Microsoft, Satya Nadella, por ejemplo, defendió los contratos militares y de aplicación de la ley, diciendo:

“Hemos tomado una decisión de principio de que no vamos a retener tecnologías de las instituciones que hemos elegido en las democracias para proteger libertades que disfrutamos”.

Google por el contrario, terminó el arbitraje forzoso para casos de acoso sexual pero es adecuado sólo para casos individuales, y no para la discriminación.

Históricamente, Silicon Valley no ha tenido que lidiar con los sindicatos o la acción colectiva y es incierto el efecto que esta tendencia va a tener en gigantes de la tecnología que nunca han tenido que tenerlo en mente. Para el año pasado, los intentos del gobierno para regular Silicon Valley han sido noticias como un reloj, pero puede ser en realidad los empleados dentro de estas empresas que hacen todo lo posible por responsabilizarles.

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