Las ciudades son el centro de la actividad económica, política, social y cultural de una nación. En América Latina, además de esto, se caracterizan por tener un crecimiento muchas veces desorganizado y, gran parte de ellas, presentar sobrepoblación. Por esto, no es raro que cuando se menciona el término “ciudades inteligentes”, en principio no se asocie con ninguna ciudad de la región.

Aunque no existe un concepto definitivo, las ciudades inteligentes se pueden definir como aquellas que utilizan el desarrollo tecnológico y la innovación para garantizar su sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Tokio, Londres, Nueva York, Zúrich y París, son algunos ejemplos de estas ciudades.

Pero la innovación tecnológica no es lo único que las caracteriza. En una entrevista realizada por Infobae, el Director del Programa de Ciudades de CIPPEC, Gabriel Lanfranchi, aseguró que las ciudades inteligentes son aquellas en las se logra que todos los sectores de la sociedad trabajen juntos, para lograr su desarrollo.

“Cuando uno piensa en ciudad inteligente, lo primero que le viene a la cabeza es la tecnología. Pero nosotros creemos que es solo un medio que sirve para mejorar procesos y modernizarlos. Hoy, la atención central de las ciudades debe estar en la construcción de capital social”, añadió.

Entonces, para que exista una ciudad inteligente no basta con el desarrollo tecnológico, es necesario el desarrollo social e individual de sus habitantes. Además, debe existir un trabajo en conjunto entre los distintos sectores, el gobierno, la academia, la ciudadanía, etc., para lograr las metas planteadas.

La gran pregunta es, ¿pueden existir ciudades inteligentes en Latinoamérica? La respuesta es sí. De hecho, Buenos Aires, Santiago de Chile y Ciudad de México son algunas de ellas.

Sin embargo, la región aún tiene un largo camino por recorrer antes de que este modelo de ciudad se pueda aplicar en la mayoría de sus países.

Por ejemplo, aunque ya sabemos que la tecnología no es lo único, sigue siendo un factor importante en este tema. Como en la mayoría de las familias ya hay al menos un teléfono inteligente, el siguiente paso es lograr que la fibra óptica, instrumento con el que se pueden transmitir datos, llegue a todos los rincones de la ciudad. De esta manera se garantiza un mayor alcance de la tecnología dentro del territorio.

Si se tiene acceso a la tecnología en toda la ciudad, la economía colaborativa puede desarrollarse de mejor manera, brindando a los emprendedores la oportunidad de llevar a cabo sus proyectos.

La economía colaborativa (o consumo colaborativo), es un modelo de negocios que se organiza en plataformas digitales, donde personas que ofrecen un producto se ponen en contacto con aquellas que lo solicitan. Las ciudades inteligentes suelen tener varias empresas inspiradas en el modelo de consumo colaborativo.

Cómo se expande y crece una ciudad, cómo es el acceso al transporte y espacios públicos y si realmente hay igualdad de oportunidades, son factores que las distintas fuerzas de la sociedad deben aspirar controlar.

Otra de las grandes características de las ciudades inteligentes es su capacidad de adaptación o resiliencia, ser capaz de afrontar los nuevos retos y no caer en una crisis por las dificultades.

El trabajo no es sólo de los gobernantes, los demás miembros que habitan en la ciudad también forman parte importante de este proceso. Para Lafranchi, el trabajo en equipo de todas las partes que hacen vida en la ciudad, es vital para garantizar su desarrollo.

“Porque si cada uno resuelve los problemas por su parte, pierde la sinergia de la posibilidad de trabajar en conjunto y conectados, y el resultado es una ciudad menos inteligente”, aseguró.

Smart City Buenos Aires

Ciudades Inteligentes de Latinoamérica

  • Buenos Aires: Obtuvo el primer puesto, con una gran mejora en la economía, entorno, planeación urbana, impacto social y transporte. Sin embargo, aspectos clave como la tecnología, capital humano y cohesión social mostraron deterioro.
  • Santiago de Chile: El capital humano, cohesión social y entorno son los factores que le ganaron el segundo puesto a esta ciudad. Pero muestra grandes fallas en aspectos como tecnología y planeación urbana.
  • Ciudad de México: Mejoras en la planeación urbana y el entorno hacen que Ciudad de México se gane el nombre de “ciudad inteligente”. Aunque presenta varios aspectos que mejorar, como el capital humano, tecnología y la cohesión social.

Analizando las principales ciudades de Latinoamérica, podemos observar que la región, a pesar de contar con ciudades inteligentes, estas aún no se encuentran plenamente desarrolladas.

Se nota el gran camino que nos queda por recorrer al ver que 2 de las 3 ciudades tienen déficit en uno de los aspectos fundamentales para que las ciudades inteligentes se desarrollen de la mejor manera, el capital humano y la cohesión social. Además, todas tienen deficiencias en el factor tecnológico.

Aunque ya hemos dado los primeros pasos hacia el futuro de las ciudades, en América Latina tendremos que trabajar en varios aspectos antes de que la mayoría de nuestros países tenga ciudades verdaderamente inteligentes.

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