Los desarrollos de soluciones de segundas capas como las dApps escalables se convierten en uno de los principales tópicos en Ethereum. Este tipo de aplicaciones son aquellas que puedan manejar un gran número de usuarios y transacciones sin comprometer su rendimiento, seguridad y carácter descentralizado.

Estos tres elementos son las denominadas características fundamentales de la tecnología de la cadena de bloques. Las mismas la diferencian de otras formas tecnológicas de procesamiento de datos. De tal modo, algunas redes tienden a sacrificar algunos de estos elementos cuando el volumen de usuarios sobrepasa sus características originarias.

Es en esa etapa cuando aparecen las soluciones de segunda capa, las cuales son altamente flexibles al aumento del tráfico. Esto último lo consiguen sin tener que sacrificar ninguno de los elementos fundamentales. En este trabajo analizamos los elementos principales de las soluciones de segunda capa y de sharding.

El contexto de las dApps escalables

Los desarrollos de las dApps escalables iniciaron como respuesta a un gran problema que se presentaba con las blockchains más antiguas. Las redes principales de Bitcoin y de Ethereum, por nombrar las más conocidas, nacieron con notables limitaciones que en su momento eran imperceptibles.

Los creadores de estas cadenas de bloques no visualizaron un futuro en el que la adopción llegara a niveles extremadamente masivos. En consecuencia, el tamaño de los bloques se diseñó para incorporar un número determinado de transacciones que en los primeros años lucía enorme. Sin embargo, con el pasar de los años, la adopción llevó a un incremento notable en el volumen de comercio dentro de esas redes.

De tal modo, esas redes principales comenzaron a experimentar atascos como consecuencia de esto último. Esos cuellos de botella llevaron a retrasos de transacciones y, en última instancia, el aumento de las comisiones para procesarlas. No obstante, el incremento de las comisiones no era una solución a largo plazo, dado que llegaría a un punto en el que unan transacción no era en absoluto rentable.

El propósito de convertir a Bitcoin en una forma mundial de dinero basada en los micro pagos se esfumaba. Algo parecido sucedía con Ethereum y su rico ecosistema de finanzas descentralizadas. Fue en ese contexto cuando iniciaron los desarrollos de dApps escalables.

El objetivo de estas soluciones de segunda capa era precisamente en acabar con ese problema de los cuellos de botellas y las altas comisiones.

Las Dapps escalables.
Las soluciones L2 son básicamente una capa adicional que se coloca sobre la capa originaria en una red. Fuente: CoinGecko

Diferente aproximación al problema de la escalabilidad

Estas aplicaciones de escalabilidad, como se comenta arriba, tenían el propósito de traer las mejoras en las redes principales sin comprometerlas. Así, estas aplicaciones nacen desde dos enfoques distintos: las segundas capas y el sharding. Por adelanto, se puede decir que una forma y la otra dependen del contexto escalable que se demande en una red.

Estas dos formas cuentan con aspectos comunes y otros que las hacen diferentes. En el primer caso, ambas se enfocan en superar las debilidades de las redes principales como la velocidad, las comisiones y la seguridad. Aguas adentro, existen particularidades.

El concepto de las segundas capas se basa en que se trata de una capa aparte que se coloca encima de la capa original. Las mismas permiten operar transacciones fuera de la capa principal, pero luego juntándola cuando ya están procesadas. Con esto se logra el objetivo de reducir el peso en la capa originaria.

Por su parte, el concepto de sharding se refiere a la división de la red en pequeñas particiones llamadas shards. Cada shard tiene el objetivo de procesar un conjunto propio de transacciones. De tal modo, permiten que se incremente significativamente la capacidad de la red.

Actualmente, los desarrollos de Dapps de escalables basadas en el sharding están en pleno proceso evolutivo. En algunas redes como Ethereum, las mismas avanzan notablemente.

El sharding requiere más tiempo de desarrollo y pruebas que las segundas capas.
El sharding es una forma más compleja de generar escalabilidad. La misma consiste en dividir la red en pequeñas mini redes llamadas shards. Fuente: Bitpanda

El futuro de las aplicaciones descentralizadas basadas en la escalabilidad

Sabiendo que la escalabilidad es un problema que las redes principales no pueden obviar por más tiempo, el momento de elección es determinante. Elegir entre soluciones de segunda capa y sharding se convierte en una de las principales tareas de las comunidades de desarrolladores.

Tal como se dijo más arriba, al final todo depende de las necesidades de una red blockchain determinada. Las soluciones de capa 2 son mucho más prácticas en el aspecto operativo e inmediato con el asunto de las transacciones, los bajos costos, la descentralización y la rapidez. No obstante, las sharding cuentan con mayor consistencia y capacidad, pero requieren mayor tiempo de desarrollos y pruebas.

Con esto en perspectiva, se puede decir que el futuro de ambas es complementario. En consecuencia, mientas las segundas capas como Polygon o Lightning solucionan problemas puntuales, los desarrolladores ya están trabajando en soluciones a más largo plazo.

En la medida en que las dApps escalables continúen su proceso de desarrollo, las oportunidades de los usuarios serán mayores en las DeFi. Por ejemplo, los protocolos serán más rápidos, baratos y digeribles para las personas que se incorporan a ellos.

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