El robo de medio billón de dólares del intercambio de monedas Coincheck todavía está dando de qué hablar a través del ecosistema.

Rara vez se menciona cómo, al menos en parte, los problemas se debieron a la falta de ingenieros criptográficos en Japón. La escasez de conocimientos técnicos de ingeniería es una receta perfecta para explotar las brechas de seguridad.

Poco después de que se descubriera el robo, Koichiro Wada de Coincheck reveló: “Sabíamos que no teníamos suficiente gente trabajando en controles internos, administración y riesgo del sistema. Nos esforzamos por expandirnos, usando headhunters y agencias, pero terminamos en esta situación”.

Fue un desastre espectacular, y, en muchos sentidos, la industria continúa lidiando con sus ramificaciones: fusiones, demandas colectivas, pedidos de una mayor y más estricta regulación. Dramáticas corridas se suceden en el intercambio a medida que los usuarios intentan retirar lo que queda, y todo eso ocurre sólo cuatro meses después de que la Agencia de Servicios Financieros (FSA) del país entregó al intercambio la aprobación formal para sus operaciones.

Japón es un punto caliente de criptoactividad. El país tiene más de 30 intercambios. Y eso no incluye las “otras 100 compañías que se han acercado al regulador que supervisa el sector para solicitar una licencia”, dijo la FSA a Reuters.

Mike Kayamori, de la compañía fintech Quoine, explicó: “La FSA está controlando la seguridad, el cumplimiento y el riesgo. Y si no contrata más gente, no podrá sobrevivir”.

Según Pascal Hideki, de Descartes Search, reclutador especializado en tecnología y parte de la Japan Blockchain Association, los servicios de colocación como los suyos no pueden satisfacer la demanda de criptotalento. De hecho, según la compañía, el 60% de los puestos de trabajo dentro de la tecnología están relacionados con el sector, un 15% más que hace un año.

“Los intercambios están preparados para pagar”, afirma Reuters. “Muchos están incrementando los salarios y ofreciendo bonos garantizados a los ingenieros de otros negocios, dijeron dos reclutadores. El salario base subió entre un 20 y un 30 por ciento en comparación con el año pasado, dijeron, elevando los salarios de los ingenieros con cinco años de experiencia a 11 millones de yenes (US$ 102.720)”.

La disminuida criptoventaja de Japón y la visión de Vitalik

El desarrollador de Bitcoin, Nick Szabo, se refiere a ella como la relación de US$ / conocimiento, por la cual los altos salarios ofrecidos por los empleadores consiguen muy pocos empleados calificados.

Y es, seguramente, un problema en todo el mundo. El servicio líder de trabajo tecnológico Toptal informa que, desde enero de 2017, la demanda de talento de ingeniería blockchain registrada por ellos ha crecido un 700 por ciento, y el 40 por ciento de los proyectos de desarrollo de software totalmente administrados solicitados en el último mes requieren habilidades de blockchain”.

Una nueva solución potencial fue presentada por Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum, quien cree que “los desarrolladores e investigadores deben ser empleados por varias compañías u organizaciones … … el conocimiento de las consideraciones técnicas detrás de las actualizaciones de protocolos debe democratizarse, para que más personas puede sentirse cómodas participando en discusiones de investigación y criticando los cambios de protocolo”.

Para Japón, sin embargo, la cultura también entra en juego. Los movimientos profesionales son raros, y la “mayoría de los japoneses que entienden de blockchain y criptomonedas ya trabajan para empresas con empleos de por vida, y nunca han considerado la idea de cambiar de trabajo”, dijo a Reuters el director de Blockchain Daigakko, una firma de capacitación en ingeniería.

Alexander Jenner, de Computer Futures, teme que ese escenario “pueda frenar todo”. El sector está creciendo tan rápido, y los mejores intercambios están sobreviviendo. Pero muchos de ellos fracasarán”, poniendo fin a la temprana ventaja competitiva del país.

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