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El CEO de OneCoin fue condenado a 20 años tras las rejas

Karl Greenwood, el CEO y cofundador del esquema fraudulento, OneCoin, pasará 20 años en prisión luego de fallo de un tribunal federal.

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Este martes, la fiscalía del distrito sur de Nueva York dio a conocer la sentencia del juez del caso Greenwood. El que fuera CEO y cofundador del esquema fraudulento, OneCoin, recibió sentencia de 20 años de prisión y una orden de indemnización a sus víctimas.

«Esperamos que esta larga sentencia resuene en el mundo financiero y disuada a cualquiera que pueda verse tentado a mentir a los inversores y explotar el ecosistema de las criptomonedas mediante el fraude», expresó el fiscal del caso, Damian Williams.

La sentencia del ex empresario no cierra el caso, considerando que su cómplice, Ruja Ignatova, se encuentra prófuga de la justicia. La apodada Reina de las criptomonedas se encuentra en la lista de los 10 más buscados por el FBI.

De cualquier manera, Greenwood se declaró culpable luego de 8 años de arresto y ahora recibe la esperada sentencia. Cuando se hizo evidente el caso de estafa en 2018, el cofundador fue encarcelado, mientras que Ignatova se las arregló para escapar. Desde entonces se desconoce el paradero de la delincuente y muchos sospechan que su escape se produjo con ayuda.

CEO de OneCoin se declaró culpable en 2022

Mientras esperaba juicio, se conoció que el CEO de la estafa OneCoin generó ganancias por $300 millones de dólares. Precisamente, toda esa cantidad deberá pagarla a las víctimas que invirtieron en su plataforma, según acordó el citado tribunal.

Todo eso se produce luego de que en 2022 Greenwood no fuera capaz de demostrar su inocencia. Acto seguido, no tuvo más opción que declararse culpable. El fraude de su empresa era ampliamente conocido, tanto por él como por la fugitiva Ignatova, tal como demuestran sus correspondencias.

OneCoin nació en 2014 y se presentó como un proyecto revolucionario dentro de la industria de las criptomonedas. Las características de la plataforma no eran distintas a las de cualquier blockchain e iban desde pools de minería hasta otras opciones de inversión. El problema es que la blockchain de esas opciones financieras nunca existió.

Como todos los esquemas fraudulentos, los dos jefes de esta plataforma utilizaban los fondos de los nuevos inversores para pagar a los más antiguos. De allí que la firma tenía un clásico programa de recompensas para los usuarios que llevaran nuevas víctimas.

A pesar de que este es un elemento suficiente para detectar una estafa, en ese entonces la industria estaba naciendo. Un plus que ayudó a los criminales fueron las refinadas estrategias de publicidad de Ignatova y del entonces CEO de OneCoin, Greenwood.

La nueva Bitcoin resultó en un fraude gigantesco

Cuando OneCoin iba en ascenso, existían pocas opciones de peso que se compararan con Bitcoin. A lo sumo, las alternativas como Litecoin ofrecían pocas diferencias más allá de comisiones bajas. En tanto, la máquina virtual de Ethereum estaba recién nacida y con poca incidencia.

El mercado estaba maduro para la aparición de alternativas que dieran un uso a la blockchain que fuera más allá de las limitaciones de Bitcoin. Precisamente, allí residió el éxito de OneCoin, su CEO y «la Reina de las criptomonedas» presentaron el proyecto como la nueva Bitcoin y de inmediato conquistaron los corazones de los inversores. Estos últimos pensaron que, habiendo desaprovechado el momento de comprar Bitcoin en 2012, ahora tenían una segunda oportunidad.

En medio de ese ambiente, grandes cantidades de dinero fluyeron hacia la estafa. Sin embargo, este tipo de fraudes en forma de pirámide tienen un tope biológico/demográfico cuando se terminan los inversores disponibles. En el momento en que eso sucede, la empresa no tiene fondos para pagar a los viejos y menos aún a los ingresos recientes.

Cuando eso sucedió en OneCoin, el asunto se hizo público muy rápido y Greenwood no tuvo tiempo de escapar. Pero Ignatova supo escabullirse y desde entonces las autoridades perdieron su pista. Con la sentencia a Greenwood, solo una parte de la historia queda cerrada. Luego de esta, se produjeron numerosas estafas en el mundo financiero en general y en el de las criptomonedas en particular. Pese a ello, esta se convirtió en una leyenda, sobre todo por el escape de la «Cryptoqueen».

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