La nueva guerra fría debe enfocarse en el desarrollo de un formato digital que esté en sintonía con los tiempos actuales. En ese sentido, el Bitcoin es el arma que merece mayor atención incluso por encima de la artillería. De allí que Estados Unidos debería ponerse al frente de la carrera por procesar bloques.
Esto último es la opinión del mayor de la Fuerza Espacial de EE.UU., Jason Lowery, en una disertación minuciosa de 400 páginas. Para este militar, el mecanismo de consenso Proof-of-Work (PoW) debe considerarse como una de las formas más probables de llevar a las grandes potencias a la guerra.
A su entender, el Pentágono debería tomar todas las medidas para ser el principal minero de BTC de todo el mundo, pero eso no sería lo único. Se trataría de una medida necesaria para que el país no quede rezagado frente a sus enemigos. Esta postura amistosa hacia las monedas digitales contrasta con la reciente arremetida de los reguladores contras las compañías del sector cripto.
¿En qué sentido es Bitcoin un arma en manos de bloques militares?
Tanto Bitcoin como su tecnología subyacente, la Blockchain, son neutrales y verlas como armas puede ser confuso para la comunidad de entusiastas. Sin embargo, como todas las tecnologías, esta también depende del uso que le den quienes participan de ella.
La nueva guerra fría, a la que hace referencia el citado militar, está enfocada en el desarrollo tecnológico. Aparte de la Blockchain, acá también podría incluirse el desarrollo de energías alternativas, Inteligencia Artificial, la industria de los semiconductores y otras de gran importancia futura. Para mantener el dominio global, Estados Unidos necesita dominar en cada una de esas esferas.
No obstante, esto último es una tarea compleja teniendo en consideración el peso de los rivales que tiene en frente. Se trata del poder combinado de Rusia, China, Irán y otros países. Aparte del poder tecnológico que tienen, esas naciones también cuentan con una robusta mano de obra y con reservas de recursos naturales difíciles de cuantificar. La guerra fría del siglo XXI, que para muchos inició hace bastante, está adaptándose a las nuevas formas tecnológicas.
Este parece ser uno de los motivos que llevan al mayor Lowery a creer que el Bitcoin es una de las armas indispensables a poseer. De acuerdo al medio Politico, el militar dice que las “botas en el suelo” o las armas nucleares en el aire no tienen el nivel de importancia que la mencionada tecnología de la cadena de bloques.
Más allá de la minería de criptomonedas
Como es de suponerse, no se trata solamente de convertir a Estados Unidos en la mayor granja de Bitcoin del mundo para conquistar esa arma. Aparte de ello, se trata de llevar adelante la aplicación de la tecnología blockchain para proteger los intereses de la nación norteamericana y de sus aliados.
El citado portal asegura haber confirmado que Lowery es un militar activo en esta Fuerza Espacial. Debe tenerse en consideración que esta rama de la armada estadounidense es reciente y su creación data de 2019. Su objetivo es proteger el dominio de EE.UU. fuera de nuestro planeta.
De cualquier manera, la tesis del mayor está patentada en forma de libro. Con el título: “Softwar: una teoría novedosa sobre la proyección de poder y la importancia estratégica de Bitcoin”, el libro explica detalladamente las implicaciones de la moneda digital y de su tecnología.
La presentación de ese libro expresa: “Utilizando conceptos científicos de biología, evolución, antropología, ciencias políticas y teorías informáticas, Lowery resume la dinámica de la proyección de poder en la sociedad humana y proporciona un argumento de por qué las tecnologías emergentes de PoW (Bitcoin) tendrán un impacto dramático en cómo los humanos se organizan, cooperan y compiten a escala global”.
De esta manera, el Bitcoin es considerado un arma imprescindible para el citado militar.



Una advertencia a los políticos estadounidenses
Uno de los puntos centrales planteados por este militar tiene que ver con el hecho de que otros países rivales abren las puertas a Bitcoin. En el caso de China, ciertamente la moneda digital está prohibida en forma de comercio y minería privada. Pero el país es uno de los más avanzados en el uso de la cadena de bloques para distintas aplicaciones en la vida económica, científica y social.
Esto último es una de las razones para que Estados Unidos no pierda tiempo valioso a la hora de adoptar esa tecnología. Tanto Rusia como China y otras naciones hostiles a la hegemonía estadounidense estarían preparando estrategias militaras basadas en la blockchain, alerta el experto.
Lowery aprovechó su momento público para condenar las medidas de los reguladores de atacar la minería. En su cuenta de redes sociales afirmó que esas acciones violan la primera y la segunda enmienda.
Es importante resaltar que la utilización de Bitcoin como un arma no parece ser una política oficial del Pentágono. La propuesta del mayor de la fuerza espacial es una tesis de MIT en forma de libro.