Para todos los que participamos en el cripto mercado, el precio del Bitcoin es un tema que levanta interés y titulares. Y es que, al ser la más antigua e importante de las criptomonedas, lo que ocurre en el mercado de Bitcoins suele tener repercusiones casi inmediatas en la cotización de las otras grandes criptomonedas, afectando a todos los usuarios de criptoactivos por igual.

Y esta ha sido una semana particularmente movida para el mercado de Bitcoins. Esta criptomoneda ha sufrido una serie de presiones que han hecho que su precio oscile, logrando finalmente cerrar por encima de los 10.000 dólares, como se observa en la siguiente gráfica:

Gráfica semanal del Bitcoin

Por una parte, empezábamos esta semana con una buena noticia para los criptousuarios: Bakkt anunció finalmente la fecha para el lanzamiento de sus contratos físicos de futuros sobre Bitcoin, un instrumento financiero aprobado por la Commodity Futures Trading Commission (CFTC).

Esto permitirá la entrada al mercado de criptomonedas de grandes capitales que no han invertido todavía en criptoactivos al no existir, hasta ahora, un instrumento físico como este, regulado por las autoridades estadounidenses. Por lo tanto, este anuncio constituyó un impulso para el precio del BTC ya desde finales de la semana pasada e inicios de esta.

A esto se sumó un nuevo récord en la tasa de hash del Bitcoin, la cual se ubicó en 82.5 millones de TH/s. Esta cifra representa un aumento en la capacidad de los mineros de BTC para ejecutar transacciones en la red en menos tiempo, razón por la que, según el inversionista Max Keiser, un aumento en esta tasa genera una presión alcista en los mercados.

Gráfico de la Tasa de Hash cortesía de Blockchain.com

Sin embargo, pronto encontramos el escollo de la semana con lo que ya algunos expertos financieros califican como un Flash Crash en el precio del Bitcoin. Este 21 de agosto, pudimos observar como el precio del BTC disminuía en tan solo 30 minutos desde los 10.578 dólares a 10.190, continuando su caída hasta romper el piso de los 10.000 dólares.

Este tipo de situaciones impredecibles son propias de los mercados financieros modernos, pero por suerte no suelen durar mucho tiempo, y es que muy pronto el Bitcoin recuperó el piso de los 10.000 dólares cuando el pánico inicial abandono a los inversionistas, ayudado además unos días después por otro evento.

Y es que, este 23 de agosto recibíamos la noticia de nuevos aranceles del gobierno chino sobre importaciones provenientes de los Estados Unidos, seguido por una amenaza del presidente Donald Trump quien ordenó a las empresas norteamericanas empezar a buscar proveedores distintos a China.

Al ser el Bitcoin un activo reserva de valor, pues su cotización no está directamente relacionada con los mercados financieros globales (es decir, si estos caen el Bitcoin no lo hace), la inestabilidad geopolítica producto de la Guerra Comercial, llevó a un incremento en la demanda de Bitcoins por parte de aquellos inversionistas que quieran proteger su capital frente a las variaciones del mercado.

Lo que nos lleva a la situación de hoy, cuando el Bitcoin ha recuperado el piso de los 10.000 dólares, alrededor del cual ha conseguido cierta estabilidad las últimas semanas, pero con importantes presiones alcistas en torno a él que, de no existir nuevos factores que jueguen en contra, posiblemente seguirán manteniendo e impulsando el valor de la criptomoneda.

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