El Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF por sus siglas en inglés) dio a conocer de manera pública que está avanzando en el establecimiento de un conjunto global de normas antilavado de dinero (AML) para las criptomonedas.
La noticia se dio a conocer a través de un post publicado por The Financial Times el pasado 19 de septiembre.
FATF es una organización que opera desde 1989 como parte de un proyecto del G7 cuyo objetivo es desarrollar políticas y protocolos para combatir el lavado de dinero. El compromiso de la agencia fue tan grande que posteriormente ampliaron el alcance de sus actividades para luchar contra el financiamiento del terrorismo en 35 jurisdicciones 2 organizaciones regionales.
De acuerdo con los informes, Marshall Billingslea, presidente de la organización, aclaró que espera que la coordinación de una serie de estándares cierre el margen de acción de los cibercriminales al mismo tiempo que se reducen las brechas en los protocolos AML globales en una plenaria de la entidad.
En ese momento, el FATF discutirá deliberadamente qué estándares existentes deberían adaptarse a las monedas digitales, y revisará los métodos de evaluación de cómo los países implementan esos patrones. Billingslea también apuntó lo importante que es desarrollar esquemas que puedan aplicarse de manera uniforme.
Según el presidente, los actuales esquemas y regímenes AML para las criptomonedas son “en gran medida una capa de retazos o un proceso irregular”, que está “creando vulnerabilidades significativas para los sistemas financieros nacionales e internacionales”. Billingslea, señaló que a pesar de los riesgos relacionados con este tipo de activos, la moneda digital como una clase de activos presenta “una gran oportunidad”.
En junio, se supo que TAFT estaba planeando comenzar a desarrollar reglas vinculantes para los intercambios de cifrado a finales de ese mes. Las nuevas reglas serían una actualización de las resoluciones no vinculantes que fueron aprobadas por el TAFT en junio de 2015, considerando si las directrices existentes sobre medidas ALD y sobre la notificación de actividades comerciales sospechosas siguen siendo apropiadas, y si pueden aplicarse a nuevos intercambios.
A principios de este mes, el centro de estudios belga Bruegel también pidió una legislación unificada sobre las criptomonedas y un mayor escrutinio sobre cómo distribuyeron a los inversores. Bruegel señaló que la naturaleza virtual de las criptomonedas limita el desarrollo de las reglamentaciones, y establece que un enfoque fragmentado de la cripto regulación deja una oportunidad para el arbitraje regulatorio.
Parte del problema por el cual las naciones no terminan de aceptar a las criptomonedas es la facilidad que tienen para el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, cosa que lamentablemente es consecuencia de la descentralización ya que resulta más simple hacer este tipo de delitos través de una herramienta que no es supervisada por nada ni nadie.
Los esfuerzos por parte de los reguladores para evitar esto juegan un papel muy importante en la adopción global de las criptomonedas debido a que si el objetivo se logra, la gente tendrá más confianza en el ecosistema.