Es probable que los líderes financieros del mundo que se reúnen en Argentina lo piensen mejor antes de tomar cualquier acción específica destinada a regular las criptomonedas como Bitcoin, en medio de la discordia sobre el enfoque, dejaron saber fuentes de la cumbre a Reuters.
Los cambios bruscos en el precio del Bitcoin, atracos cibernéticos que involucran criptomonedas, y el temor (o la certeza) de que puedan ser utilizados para el crimen han suscitado llamados a acciones concertadas por parte de los reguladores globales.
Los ministros de Finanzas y los banqueros centrales de las 20 economías más grandes del mundo que se reúnen en Buenos Aires recibirán el martes 20 información de que esos “criptoactivos” no amenazan la estabilidad financiera, pero pueden servir para lavar dinero, financiar el terrorismo, o perjudicar a los consumidores que los compran.
Sin embargo, no se espera que se lleven a cabo acciones concretas en la cumbre, ya que los legisladores aún deben acordar una estrategia común para abordar el problema y algunos países, incluido Estados Unidos, desconfían de la nueva regulación después de una década de elaboración de normas a raíz de la crisis financiera de 2008-2009, dijeron las fuentes.
“Es poco probable que del G20 salga una nueva regulación”, comentaron.
Se espera que un comunicado que resuma el pensamiento de los participantes de la cumbre sea ligero sobre la materia, simplemente prometiendo vigilancia y mayor estudio.
Esto coincide con una recomendación de Mark Carney, presidente del organismo normativo, el Consejo de Estabilidad Financiera, quien en su carta habitual a los participantes de la cumbre pidió “una mayor coordinación internacional” y un “monitoreo mejorado”, reflejando la discrepancia entre los reguladores.
Algunos países, como Francia, han propuesto tomar medidas específicas, como crear el estado legal de los “proveedores de servicios de criptoactivos” como primer paso para regular el sector.
Otros rechazan la noción de que dichos tokens deben ser tratados como activos financieros en absoluto, y temen que su regulación les otorgue un grado de legitimidad.
Esto puede dejar la responsabilidad de actuar en manos de los reguladores nacionales, abriendo oportunidades potenciales para que los proveedores de criptomonedas trasladen sus operaciones a otras jurisdicciones, a fin de evadir las reglas.
hay que ver como va ir evolucionando este tema, pero sin duda las criptomonedas llegaron para quedarse