Bank of America (BoA) ha admitido ante los reguladores de los Estados Unidos que podría ser “incapaz” de competir con el creciente uso de criptomonedas.
En su informe anual a la Securities and Exchange Commission (SEC) entregado esta semana, archivado el 22 de febrero, el principal banco de EE. UU. destaca por primera vez la criptomoneda como un área que puede causarle un “gasto sustancial” mientras trata de seguir siendo competitiva.
“Nuestra incapacidad para adaptar nuestros productos y servicios a los cambiantes estándares de la industria y las preferencias de los consumidores podría dañar nuestro negocio”, afirma BoA en la presentación.
A medida que los bancos de todo el mundo observan el fenómeno de la criptomoneda, la interacción directa permanece baja. La falta de aceptación formó una razón central por la cual el Banco Central Europeo confirmó que había optado por un enfoque de no intervención para legislar el área a principios de este mes.
A pesar de que BoA ha tratado de innovar en la esfera, recibiendo una patente para su sistema de intercambio de criptomonedas propuesto en diciembre de 2017, también ha sido objeto de críticas más recientemente después de impedir a sus clientes de comprar criptomonedas con tarjeta de crédito.
A medida que el informe a la SEC continúa, la conciencia de la institución sobre la amenaza que su competencia principal representa para su capacidad se vuelve clara.
“El panorama competitivo puede verse afectado por el crecimiento de las instituciones no depositarias que ofrecen productos que tradicionalmente eran productos bancarios, así como nuevos productos innovadores”, pronostica BoA. El informe continúa:
“Esto puede reducir nuestro margen de interés neto y los ingresos de nuestros productos y servicios basados en tarifas. Además, la adopción generalizada de nuevas tecnologías, incluidos los servicios de Internet, las criptomonedas y los sistemas de pago, podría requerir gastos considerables para modificar o adaptar nuestros productos y servicios existentes”.
El banco también señaló que las fallas en la retención del personal y la “creciente competencia” en la industria de servicios financieros son perjudiciales para sus perspectivas.