Algunos músicos están entrando en el ámbito de la tecnología blockchain como un medio para ofrecer acceso público a lugares y álbumes.
Mientras que las firmas financieras de todo el mundo marchan al ritmo del tambor de la blockchain, no sorprende que los creadores de propiedad intelectual también estén considerando posibilidades tecnológicas similares.
Si los artistas pueden ir directamente a una cadena de bloques como medio de distribución y EDCC para la gobernanza de pagos autónoma, pueden forjar redes que eluden los poderes actuales.
La tecnología Blockchain no es más que una pequeña faceta de los cambios en la industria de la música a medida que evoluciona para mantenerse al día con los avances tecnológicos.
Los vehículos por los cuales hemos disfrutado la música han venido en formas muy diferentes a través de los años, y están en constante evolución. Incluso innovaciones relativamente recientes como iPod Nano y Shuffle se están dejando de lado, a medida que los servicios de transmisión de música ganan popularidad.
Una mirada hacia adelante revela que los archivos MP3 pueden ser eliminados pronto, reemplazados por códecs MPEG más potentes como AAC que se dice que ofrecen una mejor calidad a una tasa de bits más baja. Parece que el vinilo puede ser la anomalía que escapó a la marcha del tiempo para ser re-adoptado por los aficionados inconformistas.
En ese espíritu de transición encarnado por los medios cambiantes que los fanáticos utilizan para escuchar música, los artistas están empezando a buscar las plataformas blockchain como un medio de distribución. Si esta tendencia ganara fuerza, las discográficas podrían encontrarse a sí mismas como las próximas instituciones en enfrentar la disrupción de la tecnología naciente.
Por ejemplo, la legendaria banda alemana de electrónica Kraftwerk pretende utilizar el blockchain de Ethereum para gestionar la venta de entradas para un espectáculo programado para el 13 de febrero de 2018 en el Palacio Kremlin de Moscú.
Como músicos vanguardistas, la incursión de Kraftwerk en la venta de entradas basada en Ethereum no sorprende a los fanáticos. Los asistentes al concierto que utilizan este método para comprar boletos tendrán sus “stubs” almacenados en una aplicación móvil, evitando la necesidad de tickets físicos y, por lo tanto, reduciendo el desperdicio.
Las sedes pueden lograr cierto nivel de gobierno autónomo a través de la venta de boletos administrados por las EDCC. La distribución de boletos de Blockchain también puede ayudar a contener el mercado secundario de scalping inflado, que afecta tanto a consumidores como a artistas.
Otros artistas como Bjork e Imogen Heap también se han esforzado por incorporar las criptomonedas y la tecnología blockchain en su música.
Heap hizo historia en 2015 al lanzar su single “Tiny Human” en el blockchain de Ethereum. El proyecto representó un piloto exitoso para la fundación Mycelia, fundada por Heap. ConsenSys trabajó en la ingeniería del backend para administrar la distribución y las transacciones a través de EDCC.
El proyecto blockchain “Tiny Human” puede no haber visto la navegación más suave (una interfaz defectuosa y una falta general de conocimiento sobre cómo obtener el Ether necesario para comprar el single solo atrajo 222 ventas individuales, por un total de US$ 130.20), pero el proyecto trajo a ideas livianas importantes con respecto a los obstáculos que enfrenta Blockchain y la aceptación del consumidor.
Bjork también se embarcó en un viaje hacia la distribución a través de blockchain junto con la startup británica Blockpool. El último álbum del artista islandés, “Utopia”, está actualmente disponible para su compra con Ether, Bitcoin y otras criptomonedas desde el 24 de noviembre de 2017.
Los fanáticos que pre-ordenen el álbum también recibirán 100 “Audio Coins” (valorando alrededor de US$ 0.20 en el momento de la prensa), lo que facilita la compra de álbumes de edición limitada y similares.
Es un gesto pequeño pero interesante, y otros artistas pueden inspirarse para explorar los canales de las criptomonedas como una forma de ofrecer contenido exclusivo a los fanáticos que están dispuestos a hacer un esfuerzo adicional.
Hay un largo camino por recorrer antes de que los sistemas blockchain puedan escalar a las demandas de los consumidores, pero estos intentos de los artistas de aprovechar la tecnología son pasos importantes en ese camino.
Aunque terceros han creado un mercado global para que los artistas exhiban su propiedad intelectual, agregando una capa de arbitraje entre artistas y admiradores, llegará el momento en que esos servicios puedan ser complementados o incluso reemplazados por plataformas de blockchain.
Hasta entonces, colectivamente, podemos esperar, mirar y escuchar.
Fuente: ETHNews
