El mercado de tokens no fungibles es uno de los surgimientos más llamativos dentro del mundo de la cadena de bloques. Millones de personas en todo el mundo se volcaron hacia ese sector que se mantiene sólido a pesar del invierno en el mercado de criptomonedas. Ante esto surge la interrogante ¿Por qué la gente colecciona NFT?
Aunque muchas plataformas de comercio de estos coleccionables no cuentan con las mismas dimensiones de 2021, su volumen es robusto. Es de tener en cuenta que esto último también se da a pesar de algunas vulneraciones y malos actores dentro de la industria. OpenSea, el mayor mercado de comercio de estos tokens sufrió hackeos millonarios.
Volviendo a la pregunta, se debe destacar que no existe una razón particular para motivar a las personas a adquirir estos coleccionables. Todo ello depende de los gustos subjetivos, las preferencias y los intereses económicos de cada inversor. En ese sentido, se puede decir que existen numerosas justificaciones para entrar a ese mercado.
4 razones por las que la gente coleccionad NFT
Enumerar las inclinaciones que motivan a la gente que colecciona NFT (o cualquier otra cosa) es una tarea compleja. La subjetividad humana se destaca por su variedad de acuerdo a cada individuo. Sin embargo, existen tendencias que permiten agrupar a las personas que se sienten atraídas hacia un mercado particular.
En el caso de los tokens no fungibles, estas son las 4 principales razones:
- Apoyar y empoderar a los artistas.
- Coleccionar piezas raras.
- Inversión y ganancias.
- Ser parte de una comunidad.
Apoyar y empoderar a los artistas
Desde que se convirtió en un negocio secuestrado por los monopolios más arcaicos, la creación artística perdió parte de su inspiración. En consecuencia, desde hace mucho tiempo los artistas estuvieron sometidos por editores, productores y empresas de subastas. Todos estos les obligaban a firmar contratos muchas veces contrarios a los intereses de los creadores de obras y otros contenidos.
Para tener una idea de la magnitud de esa tragedia, se destaca que muchas empresas requieren que los artistas abandonen sus derechos de propiedad intelectual. El resultado es que los propios creadores no tienen potestad o decisión si la empresa decide editar o adaptar su trabajo de acuerdo a sus necesidades comerciales. Esto incluye los lugares de exhibición y más.
De tal manera, los artistas reciben solamente una pequeña comisión por su trabajo. Con ello pierden las posibilidades de obtener ganancias cuando sus trabajos se venden en mercados secundarios. En palabras cortas, las ganancias van a parar a las multinacionales con las que firman contratos. Precisamente, esto lo vinieron a cambiar los NFT y allí se encuentra la razón por la que mucha gente los colecciona.
Estos tokens marcan el inicio de un modelo más equitativo, puesto que pasan de largo frente a las alcabalas comerciales que controlan la industria artística. Los artistas ahora cuentan con la posibilidad de acuñar sus propias creaciones y venderlas de manera independiente. La gran ventaja es que mantienen su propiedad intelectual y el control creativo. Se eliminan las inversiones para entrar al mercado y se evita a los intermediarios.
Coleccionar piezas raras
En este punto entran las convenciones sociales. Por ejemplo, en el deporte, las personas aceptan que una tarjeta de un álbum de colección del mundial de fútbol Argentina 1978 tiene un valor. A pesar de que el costo de creación de una barajita no supera un par de céntimos, la subjetividad de las personas les agrega valores que podrían incluso ser de millones de dólares dependiendo de la rareza. En EE.UU. una tarjeta del beisbolista Mickey Mantle de 1952 se vendió por $5,2 millones de dólares.
Con esto queda patentado que no se trata de la cartulina, sino de lo que representa: relevancia cultural, rareza, historia y otros apegos. Los tokens no fungibles representan en gran medida todo esto, pero en versión digital. De este modo, las tarjetas, las obras de arte y los NFT atraen a las personas por la originalidad de algunas creaciones.
El hecho de que estos tokens sean únicos es motivo para que muchas personas los acumulen como colección. Se trata de una gran oportunidad de acceder a activos digitales que en el futuro despertarán admiración, dado que serán los primeros NFT acuñados de esta época y se verán como reliquias. El valor que tiene un bien escaso en un mercado demandante lleva a los artistas a generar obras basadas precisamente en la originalidad y escasez.
Mientras mayor es la escasez de una producción de un artista, mayor será el interés de los compradores de apoderarse de ella. Este es una de las mayores funciones que motivan a la gente que colecciona NFT.



Inversión y ganancias
Como un derivado del punto anterior, están las motivaciones de los comerciantes para obtener ganancias con estos tokens. Del mismo modo que los coleccionistas, algunas personas almacenan estas piezas. La diferencia, es que lo hacen con motivo de esperar a que se valoricen para venderlas con ganancias sobre su inversión.
Estos compradores ven el comercio de NFT como una inversión y no como una pasión por la historia, el lujo o la rareza. En eso en particular se asemejan a los compradores de obras de arte del mundo material. Tal es el caso del programa El Precio de la Historia de History Channel, en el que los protagonistas tienen una tienda de comercio de objetos antiguos raros.
Algunas personas compran obras y luego las venden en subastas cuando el artista muere o da un salto repentino a la fama. Exactamente, lo mismo sucede en el mundo de los coleccionables blockchain, con los cuales las personas que los almacenan los dejan como inversiones a largo plazo. El lazo emocional no existe por el simple hecho de que cuando tenga un valor aceptable no pensarán en desprenderse de ellos.
Así, la inversión y las ganancias se cuentan entre los móviles que animan a la gente que colecciona NFT. Actualmente, el comercio de estas piezas está en sus primeras etapas, lo que le convierte en un mercado de alta volatilidad. De allí que se le puede considerar como una inversión de alto riesgo/ganancia.
Ser parte de una comunidad
Aunque sea infravalorado por las personas que ven el mercado desde afuera, el sentido de comunidad es uno de los más fuertes en este universo. Muchos poseedores se animan a serlo para formar parte de clubes y sentirse arropados por el compañerismo y la exclusividad. El ambiente que ayudan a crear estas piezas es similar al que se crea en torno a congregaciones religiosas.
En otras palabras, no se trata del valor económico, histórico o cultural, sino que crean identidad para muchos compradores. Por ello, un considerable número de creadores orientan sus NFT hacia colecciones que generan comunidad. Gracias a las características de la cadena de bloques, los creadores hacen ambientes exclusivos para los poseedores de sus colecciones.
La más popular de estas iniciativas es Bored Ape Yacht Club, la cual es el ejemplo perfecto de comunidad en torno a un proyecto NFT. Los poseedores de algunas de estas piezas disfrutan de acceso exclusivo a eventos, ofertas de mercancías, trato personalizado y más.
Biológicamente, la especie humana es altamente sociable, por lo que pertenecer a una comunidad muchas veces se convierte en una necesidad. Este es un motivo más que suficiente para la gente que colecciona NFT.
En la medida en que este mercado se vaya desarrollando y adquiriendo nuevas características, también generará nuevas atracciones para las personas. En el futuro, estos tokens serán una parte inseparable de tecnologías como la Web3 y el Metaverso, por lo que poseer ciertas piezas será tan corriente como ahora llevar un teléfono móvil en la mano.