Los inversores miraron más allá del lanzamiento tan esperado de Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador. Por ejemplo, el riesgo político emergente sobre la posible reelección de Nayib Bukele, el vencimiento de los bonos o el acuerdo con el FMI.
En efecto, las implicaciones a largo plazo de este audaz experimento están por verse. Pero, los críticos dicen que está poniendo en grave riesgo las finanzas del país.
De hecho, los críticos de Nayib Bukele sospechan varios motivos, y el entusiasmo por Bitcoin en El Salvador, es una distracción. Y así, asegurar la postulación por un segundo mandato consecutivo en el 2024.
Específicamente, un tribunal determinó el viernes que un presidente en funciones podría postularse para un segundo mandato.
En realidad, en el fallo, los magistrados ordenan al Tribunal Supremo Electoral (TSE) permitir “que una persona que ejerza la Presidencia de El Salvador y no haya sido presidente en el período inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión».
El Salvador y Bitcoin
Lo cierto es que, la deuda en dólares de El Salvador es la peor del mundo para los inversionistas que consideran las posibilidades de otro mandato de Nayib Bukele.
Además, los inversores están sopesando el riesgo de un acuerdo retrasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Todo esto después de que Nayib Bukele agradeció a la autoridad crediticia por la depreciación de Bitcoin.
Al respecto, Ramiro Blazquez, estratega de BancTrust & Co. dijo: “Es un riesgo puramente político, que creció después de la noticia de la reelección y no estaba en los precios. Aleja aún más el acuerdo del FMI y podría intensificar el conflicto diplomático con Estados Unidos».
De hecho, el FMI advirtió que la estabilidad macroeconómica a largo plazo de la nación está en juego por numerosas razones. Por ejemplo, la adopción de Bitcoin complica las negociaciones de deuda del país endeudado.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en El Salvador dijo en un comunicado que la decisión “socava la democracia» y “erosiona aún más la imagen internacional de El Salvador como un socio democrático y confiable en la región».
Los bonos salvadoreños
Del mismo modo, analistas financieros comentan que la caída de los bonos salvadoreños, se debe a la posibilidad de reelección presidencial. Y a la introducción de Bitcoin, ya que hace más impredecible la situación política.
Con todo esto, el precio de los bonos salvadoreños cayó nuevamente en el primer día de vigencia de la Ley Bitcoin. Los bonos con vencimiento en 2029 cayeron casi 5 centavos el martes a 87,6 centavos por dólar estadounidense, la mayor baja desde principios de mayo. Esa medida para consolidar el poder, también ha afectado a los inversores que consideran necesario un acuerdo con el FMI.
Por cierto, El Salvador busca un préstamo de $ 1.300 millones del FMI. Cuyo mayor miembro con derecho a voto es Estados Unidos.
A lo que Siobhan Morden, directora de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities expresó: “La conclusión es que la agenda política dominante socava las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, así como las perspectivas de un programa del FMI».
También, agregó: “Si bien los riesgos de incumplimiento a corto plazo son bajos, los riesgos de mercado aún podrían ser altos hasta que comprendamos mejor la prima de riesgo de la póliza de Bukele. Especialmente sobre cómo planean financiarse el próximo año».
¿Por qué algunos no usan Bitcoin como moneda de curso legal?
Especialmente, tanto los entusiastas como los detractores de Bitcoin están monitoreando, para ver si un número significativo de personas quiere realizar transacciones con Bitcoin. Y, si aporta algún beneficio a la nación centroamericana. Si el experimento tiene éxito, otros países pueden seguir el ejemplo de El Salvador.
Por cierto, Bloomberg les explica a sus clientes y usuarios por qué el mundo civilizado no usa Bitcoin como moneda de curso legal o como reserva de riqueza. Como así lo decidió Nayib Bukele para El Salvador.
Cierro con esta frase de Nayib Bukele: “Debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo».
