Continuamos esta serie dedicada a analizar el funcionamiento de Brave Browser, a través de mi experiencia usando el buscador durante 7 días continuos. En esta ocasión hablaremos acerca de la privacidad que te ofrece Brave como usuario. Especialmente refiriéndonos a dos características: el uso de DuckDuckGo, y su modo de navegación privado con y sin Tor.
¿Por qué no utilicé DuckDuckGo durante mi experiencia con Brave?
Todos entendemos que Brave Browser fue diseñado específicamente como un navegador privado. Es decir, uno cuyo negocio no se centra en la recopilación de los datos de sus usuarios. Por el contrario, su meta es ofrecerles características de navegación privada tan grandes, que los mismos puedan descargarlo y utilizarlo con confianza.
Por ello, no debió sorprenderme que la primera propuesta (in)decente que me hizo Brave Browser al descargarlo, fuese que utilizase DuckDuckGo como mi buscador de cabecera. Aunque ya conocía de oídas a DuckDuckGo, y sabía que era un buscador que no recopila absolutamente ninguno de tus datos, debo decir jamás le había dado una oportunidad hasta ahora.
Y es que parecía la dupla perfecta, un navegador que me permite utilizar Internet sin recopilar mis datos personales, y un buscador que no almacena ninguna de mis búsquedas. A diferencia de Google, que incluso mientras utilizo Brave y no Chrome, sigue recopilando toda mi actividad en su buscador.
Digo “sigue” porque finalmente decidí no utilizar DuckDuckGo. Y es que, en cuanto Brave me recomendó el buscador, decidí hace varias búsquedas de prueba, desde lo más sencillo, como actores, hasta cosas más complicadas, como datos históricos.
Y aunque en cada ocasión DuckDuckGo funcionó de forma decente, no cuenta con la amplitud de resultados, la organización, ni la jerarquización que proporciona Google. Lo que junto a la desventaja de no tener los productos de Google a la mano, me hizo decidirme por permanecer fiel a la gran G, al menos en este aspecto.



¿Qué tan privado es el navegador?
Pero, hablando de privacidad, todavía queda un tema importante que comentar. Nos referimos al modo de navegación privado de Brave Browser, una de las características más sonadas del navegador. Y de las que, debo confesar, mayor curiosidad me causaron durante mi experiencia usando Brave. Pues, el mismo te permite utilizar Tor, el programa que enmascara tu IP mientras navegas por Internet, directamente desde el navegador.
Esto, para quienes vivimos en países en los que la censura hace su aparición cada cierto tiempo en Internet, es una característica muy importante. Sin mencionar la ventaja que representa que en el modo de navegación privada sin Tor, tus datos tampoco sean recopilados. Algo en lo que fallan la mayoría de los navegadores.
Sin embargo, al final del día esta característica de Brave no fue práctica para mi día a día. Pues, el uso de Tor dentro del navegador hacia tan lenta mi conexión a Internet, que no pude pasar de un par de páginas antes de desistir en el intento. Una situación que no mejoró en las siguientes ocasiones que probé la aplicación.
A pesar de esto, estoy consciente de que la velocidad de conexión en Venezuela fue, probablemente, la principal causante de este problema.
Y, a pesar de ello, el modo de navegación privado sin Tor fue lo suficientemente satisfactorio, como para que considere que solo por la facilidad de poder navegar, sabiendo que no hay nadie recopilando ni una sola letra de lo que escribes, ya vale la pena descargar Brave Browser.



Buen artículo. Ya llevaba usando Brave un tiempo pero no me había decidido por usar la herramienta de Tor dentro del navegador. Saludos y pansitos desde Venezuela.
Excelente artículo. Gracias a eso tengo Brave como navegador principal. Saludos desde Venezuela
Gracias por tu comentario! ¿Cómo es tu experiencia con Brave? Saludos.