Cosmos en review

Cuando hablamos de la tecnología Blockchain y las criptomonedas creadas con ella. Solemos hacerlo como si se tratase de un único mundo interconectado. Pero lo cierto es que cada criptoactivo se constituye en su propio universo separado de los demás. Una pérdida de potencial para la interoperabilidad a la que apunta nuestra criptomoneda del día de hoy: Cosmos.

Datos Básicos

Nombre: Cosmos
Siglas: ATOM
Año de lanzamiento: 2017
Volumen circulante: 190.688.439 ATOM
Precio a día de hoy: 2,98 dólares
Capitalización de mercado: 567.784.143 dólares (20avo puesto)

Origen: Una moneda para unirlos a todos

Más no siempre es mejor. Y si no, veamos el mundo de las criptomonedas, pues si bien la existencia de múltiples monedas con funciones similares estimula la competencia entre ellas. Esta misma competencia no solo impulsa el avance de la tecnología, sino que divierte recursos que podrían ser mejor aprovechados trabajando sobre una base en común.

Y es que, desde que Satoshi Nakamoto lanzó el Bitcoin en el año 2009, cientos y cientos de criptomonedas han sido creadas. La mayoría de ellas siendo irrelevantes para el cripto mercado y para sus usuarios. Y las principales compitiendo entre ellas por los mismos espacios, normalmente solapándose entre si.

Esta crítica a la competencia no la hacemos gratuitamente ni solo nosotros. Pues si observamos el avance en la solución del principal problema del cripto mundo, la escalabilidad de las Blockchains, vemos lo poco que se ha conseguido hasta hoy en día.

Cosmos viene a solucionar este problema, creando mayores posibilidades de interoperabilidad entre criptomonedas. Este proyecto surge en el año 2014 gracias a la iniciativa de la Interchain Foundation (ICF), la que se encargó de contratar al equipo que tiene a su cargo el desarrollo de la Blockchain de Cosmos.

Para el financiamiento de la creación de Cosmos se lanzo una Initial Coin Offering en el propio año 2014. Recaudándose en la misma un total de 16.8 millones de dólares hasta abril de 2017, cuando se lanza finalmente la criptomoneda al mercado.

La función de ATOM

Como ya lo adelantamos, la función principal de Cosmos es el de cerrar la brecha comunicacional existente entre las distintas Blockchains en el mercado. Para esto construye un «Internet de Blockchains» constituido por una Blockchain central denominada «Hub», rodeada de múltiples cadenas independientes llamadas «zonas».

Así, las cadenas de bloques conectadas entre si por Cosmos, no están directamente entrelazadas unas con otras. Sino que todas se conectan a un Hub, el cual se encarga de servir de intermediario para los intercambios entre las cadenas. Por lo que no hay necesidad de que las mismas confíen unas de otras, sino que lo hagan en el Hub central al cual están conectadas.

A partir del sistema de generación de consensos de Cosmos, Tendermint, se generan las capacidad para interconectar estas cadenas entre si. Permitiendo el intercambio de tokens entre distintas cadenas, con funcionamientos y gobernanza independientes unas de otras.

¿Qué ha conseguido hasta ahora?

El principal logro de Cosmos desde su creación, es el de fomentar la unidad dentro del cripto mundo. Creando un sistema de cadenas de bloques conectadas entre si, y con capacidad para intercambiar información unas con otras.

Esto, independientemente del lenguaje de programación y el funcionamiento de cada Blockchain. Lo que significa que, no importa cual sea el lenguaje de programación con el que te sientas más cómodo trabajando. Podrás intercambiar experiencias y colaborar en el desarrollo de capacidades con otras Blockchains parte del internet de cadenas.

Diferenciándose así del otro modo a través del cual las distintas Blockchains se conectan unas con otras, las exchanges. Y es que, las exchanges de criptomonedas no constituyen redes descentralizadas ni inhackeables. Además que solo permiten el intercambio de una criptomoneda por otra, y no la transferencia de un token desde una Blockchain a otra. Lo que es la innovación fundamental de Cosmos.

Por otra parte, Cosmos también ha creado un token para la utilización de su sistema distinto a ATOM. Nos referimos a los photons, tokens usados en el pago de comisiones y tarifas por la utilización de la red de Cosmos. Ejerciendo la misma función que el gas en Ethereum.

Desafíos

Sin embargo, aunque en el papel el proyecto de Cosmos suene bastante positivo desde un punto de vista técnico. Se enfrenta a un gran desafío en el plano político, y nos referimos a la voluntad de las distintas criptomonedas para participar en este Internet de Blockchains.

Y es que, en general, los entusiastas de la tecnología Blockchain aprecian mucho su independencia y autonomía. Y aunque Cosmos no amenace ninguna de las dos cosas, sin duda sumar voluntades para generar interoperabilidad entre cadenas, no es cosa fácil.

Principales Wallets

A pesar de que el objetivo principal de Cosmos no es el apuntalamiento de su criptomoneda. El almacenamiento de la misma es un elemento importante para que toda la red funcione. Por ello es positivo el que importantes billeteras digitales como Trust Wallet, Atomic y Ledger ofrezcan soporte para este criptoactivo.

Conclusiones

Para un observador externo el cripto mundo puede resultar extraño. La descentralización traducida en ocasiones en hostilidad a la que nos hemos acostumbrado. Podría y de hecho es vista desde afuera como una traba para el avance de la tecnología Blockchain.

Y es que, la colaboración entre distintas cadenas y monedas, no es un elemento negativo que socave la autonomía de las partes. Por el contrario, el avance conjunto dentro del marco de la competencia, es justamente lo que puede permitir que se superen taras del cripto mundo como el problema de escalabilidad. De allí la importancia de iniciativas como la de Cosmos.