A finales de 2017, invertir en Bitcoin (BTC) parecía ser la opción más lógica: un activo digital que no hacía más que subir y subir. En esta época de frenesí, cuando la criptomoneda alcanzó su máximo histórico de casi 20.000 dólares, muchas personas decidieron adquirirla, esperando que la tendencia alcista continuará.
Sin embargo, el 2018 los sorprendió con una gran caída en el precio de la moneda digital. ¿Qué pensarán esas personas que compraron BTC en su punto máximo en estos momentos? Pues uno de ellos decidió que era momento de decirle adiós a la criptomoneda.
Mark Dow, un ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue uno de los que, seducido por las criptomonedas, compró Bitcoin en su precio más alto. Casi un año después, con una caída de más del 80% en su valor, Dow decidió que era hora de cerrar el corto y despedirse de la moneda digital.
“He terminado. No quiero intentar llevar esto a cero”, declaró para Bloomberg. “No quiero tratar de exprimir más el limón. No quiero pensar en ello. Parecía el momento adecuado”.
Dow, quien actualmente administra una oficina familiar en el sur de California, había apostado a que la criptomoneda más famosa de todas perdería valor luego que los futuros de Bitcoin empezaran a cotizarse en el mercado; sin embargo, este fue uno de los detonantes que impulsó a la criptomoneda hasta su precio máximo de 19.511 dólares el año pasado.
Por ello, el economista decidió invertir en ella, pero no tuvo el éxito que esperaba. Según explica, este año obtuvo ganancias tan solo 2 veces, por lo que prefería decir adiós al corto.
El antiguo funcionario del FMI explica que el aumento en el precio de Bitcoin en 2017 se debió en parte a que muchas personas no entendieron la moneda ni su tecnología subyacente, Blockchain; sólo creían ver una oportunidad para ganar dinero.
“Acababan de ver que estaba subiendo y querían una parte. La imaginación de la gente puede ir más lejos cuando no están atados a los hechos, cuando no comprenden el problema”, explicó Dow, añadiendo que esto “permitió que la burbuja fuera mucho más grande y mucho más violenta”.
Este año ha sido difícil para las criptomonedas, no sólo porque debieron enfrentar una enorme caída en sus precios, sino por los reveses regulatorios de algunas autoridades gubernamentales, que no permiten el correcto desarrollo de la tecnología. Esto contribuye a que siga perdiendo valor.
Además, se llevó a cabo una de las bifurcaciones más importantes para la comunidad criptográfica: el fork de Bitcoin Cash. Esta separación también impulsó la caída en los precios.
Nadie podía predecir que tantas cosas que favorecieran la tendencia bajista en el mercado sucedieran este año. “La gente compra estos activos porque cree en la narrativa y usted observa los precios de los activos para ver si la narrativa se esta debilitando o cambiando”, aseguró Dow. “No es fácil, se puede estar equivocado”, concluyó.
Un economista del FMI compró a 20K? Es la misma gente que aconseja achicar la economía de un país para aumentar su recaudación…