Las casas de cambio de criptomonedas han sido evaluadas con bastante escepticismo desde su aparición por las autoridades gubernamentales de varios países. Esto se debe, principalmente, a que son los epicentros de las transacciones con monedas digitales y a que son la conexión entre criptomonedas y moneda fiduciaria; por lo tanto, hay mayor riesgo a que ocurran algunas actividades delictivas que terminen afectando de forma negativa a los usuarios. Y un reciente reporte parece comprobar que estas dudas hacia los exchanges eran razonables.
Hace poco, la oficina del Fiscal General de Nueva York, publicó un informe en el que asegura que las casas de cambio de criptomonedas son bastante vulnerables a manipulación, conflictos de intereses y otros riesgos para sus usuarios.
Este análisis es consecuencia de la iniciativa que Eric T. Schneiderman, Fiscal General de Nueva York, lanzó en abril, titulada “Iniciativa de integridad de mercados virtuales”, la cual tenía como objetivo brindar mayor información a los inversionistas promedio sobre los exchanges de monedas digitales, advirtiéndoles sobre los riesgos asociados a relacionarse con estas organizaciones e informándoles sobre las protecciones que toman las plataformas de cifrado.
Durante este proceso, que también buscaba aumentar la transparencia, Schneiderman les escribió a trece casas de cambio, solicitando información sobre sus operaciones, controles internos y otros asuntos clave.
El último informe, que estudió el comportamiento de diez exchanges con sedes en Estados Unidos y el extranjero, descubrió que la mayoría no cumple con los métodos aceptados para auditar activos digitales, lo que trae como consecuencia la falta de un enfoque consistente y transparencia para auditar.
Esto ocasiona que los fondos de los usuarios queden retenidos en sus cuentas de la casa de cambio, lo que los pone en riesgo de sufrir algún tipo de ataque informático.
Un aspecto importante del reporte es que “las actividades de negociación automatizada también podrían permitir que un único operador o grupo de operadores ordenen múltiples cuentas simultáneamente para oscurecer el comercio coordinado, con el fin de manipular los precios”, reporta CoinTelegraph.
Según el informe, varias de las plataformas que fueron estudiadas permitían que sus empleados hicieran transacciones desde su lugar de trabajo, lo que compromete seriamente los esfuerzos de las casas de cambio para que los empleados no utilicen datos públicos para tener ventaja sobre los demás usuarios.
Otros exchanges emiten sus propias monedas digitales o reciben una compensación por incluir ciertos activos en el comercio, lo que deja en duda la transparencia en sí de la empresa.
“Aunque algunas plataformas de divisas virtuales han tomado medidas para vigilar la imparcialidad de sus plataformas y salvaguardar la integridad de su intercambio, otras no”, continuó el informe. “Las plataformas carecen de sólidas capacidades de vigilancia del mercado en tiempo real e históricas, como las que se encuentran en los centros de negociación tradicionales, para identificar y detener los patrones comerciales sospechosos”.
Este informe demuestra que las casas de cambio aún tienen mucho por aprender. A pesar que muchas se han preocupado por ser lo más transparentes y acordes a la ley posible, otras han relegado esto a un segundo plano, lo que alimenta el escepticismo de los entes gubernamentales hacia los exchanges y hacia las criptomonedas como tal.
Por ello, es necesario que estas casas de intercambio tomen el informe como una alarma, para mejorar las fallas que tengan y hacer que todas sus operaciones, a los ojos de los usuarios, sean lo más transparentes posibles.