La innovación se está apoderando de todos los sectores a nivel mundial. Bancos, pequeñas y medianas empresas, centros de investigación, gigantes en tecnología, medios de comunicación, etc., analizan cómo innovar para ofrecer mejores productos y servicios a los consumidores. Y es justamente en América Latina donde estas prácticas están tomando mayor importancia.

Según la Real Academia Española, la innovación es la “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”. En palabras sencillas, innovar consiste en obtener algo nuevo, ya sea partiendo de un producto existente o comenzando desde cero, que conlleve a mejoras en la industria o mayor calidad en los servicios ofrecidos.

“Una empresa que innova es una empresa que también es capaz de aprender”, afirmó Leonardo Iacovone, economista del Grupo Banco Mundial en Colombia.

“Los métodos de organización y gestión son cruciales para aprender: fijar y supervisar los objetivos; vincular los procedimientos de recursos humanos y los incentivos con las metas, y obtener la opinión de los trabajadores acerca de cómo seguir mejorando”, añadió.

En Latinoamérica, las innovaciones se han convertido en un punto clave para el desarrollo de la región. A pesar de los diversos retos a los que se enfrenta, como la presencia de gobiernos populistas o la volatilidad de sus economías, la innovación se presenta como la luz al final del túnel para asegurar el avance de estas naciones.

Así lo declara Diego Majdalani, vicepresidente de Dell EMC para América Latina: “Latinoamérica es una región económicamente hablando que solo puede salir por innovación. No va a salir por escala no va a salir por capacidad financiera, no va a salir por relevancia geopolítica; sale por innovación”, según una entrevista hecha por Infobae.

Para Majdalani, son los emprendedores quienes pueden llevar a cabo la tarea de “sacar” a Latinoamérica, ya que es de ellos desde donde surgen las grandes innovaciones.

Curiosamente, los retos a los que se enfrenta la región pueden representar justamente la clave de su potencial. Debido a la situación de inestabilidad, tanto económica como política, que se presenta en gran parte de los países latinoamericanos, se creería que los emprendedores no se encuentran en el ambiente más favorable para llevar a cabo sus proyectos.

Sin embargo, estos entusiastas del cambio no se han detenido por eso y se las han ingeniado para seguir adelante con sus planes, materializando sus ideas, aunque el entorno no esté de su lado. Aquí radica el verdadero potencial de América Latina.

También es justo destacar que, en la mayoría de los casos, estos emprendedores han recibido ayuda de grandes compañías como Dell. Majdalani explica “innovar es bueno para la región, es bueno para nosotros y tiene una función económica-social”.

Para el representante de Dell, en América Latina hay tres grandes tipos de innovadores: los nativos digitales, los que encontraron elementos de transformación digital y decidieron monetizarlos y, por último, aquellos que no tuvieron otra opción más que transformarse.

“Allí pondría a los bancos, que pasaron de decir ‘esto no nos afecta’, a ‘que bueno es esto que me permite hacer más ventas’ y ahora lo ven como una amenaza enorme”.

Esto se puede evidenciar claramente con la posición de la banca con respecto a las más controversiales innovaciones actualmente a nivel mundial: la tecnología blockchain y las criptomonedas.

Desafíos America Latina Blockchain

Cabe recordar que los bancos, no sólo en Latinoamérica sino en todo el mundo, tienen opiniones negativas respecto a las monedas digitales, algunos a tal punto que han prohibido a sus trabajadores tener cualquier tipo de relación con ellas. En cuanto a las cadenas de bloques, aunque al principio se mostraban escépticos, ya muchos han aceptado los beneficios que la misma puede traer en sus operaciones.

Sin embargo, algunos especialistas consideran que, si la banca tradicional quiere sobrevivir, no tendrá más alternativa que acoplarse a la cripto-revolución.

Y es justamente de supervivencia de lo que trata una de las últimas intervenciones de Diego Majdalani en la entrevista.

Innovate or die. No es algo opcional. Si vos no innovás hay alguien que lo está haciendo y vos te vas a quedar sin negocio en 5, 10 o 15 años. El sentido de urgencia, de relevancia, es algo que en Latinoamérica está pero debe seguir haciendo”.

Para mantenerse a flote, una compañía no puede hacer siempre lo mismo, no se puede negar a las nuevas tecnologías ni a los nuevos tiempos. Tampoco puede pasar por alto las nuevas necesidades de la sociedad o sus nuevos intereses.

En América Latina, a pesar de la gran cantidad de nuevos emprendedores, las compañías ya establecidas o con historia no suelen innovar con la rapidez que los nuevos tiempos ameritan.

Pero nunca es tarde para iniciar. Dejar el miedo a fallar o a lo desconocido atrás y enfocarse en adoptar nuevas tecnologías, cambiar los paradigmas y permitirse pensar distinto. Porque, al final, eso es lo que queda para empresas en la región: “Innovar o morir”.

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