Cuando se trata de proporcionar un valor estable, las Stablecoins y las CBDC parecen servir como dos caras de la misma moneda. No obstante, las Stablecoins pueden proporcionar casos de uso completamente diferentes, y las CBDC simplemente no pueden competir.
Particularmente, la clave es la programabilidad: Smart Contract que automatizan y agregan nuevas funciones al dinero. La programabilidad permite el respaldo de activos y la descentralización que no es posible con los diseños actuales de las CBDC. Los desarrolladores deberían aprovechar las oportunidades programables que ofrecen las Stablecoins en lugar de intentar competir con las CBDC.
¿Qué son las CBDC?
Son las siglas de Central Bank Digital Currency. Según describe el banco de España: «es una nueva forma de dinero emitida de forma electrónica por un banco central». A diferencia de las criptomonedas, que son descentralizadas, en este caso tenemos una moneda digital donde cada transacción está monitorizada por un banco central.
«Tras el auge de las Criptomonedas, no hubo más opción que replicar su funcionamiento pero de una manera centralizada».
Por cierto, el ejemplo más conocido es el e-Yuan, auténtico pionero en este campo. Aunque también tenemos el euro digital o yen digital, que aunque todavía no se han concretado, los distintos bancos centrales ya trabajan desde hace años en su creación.
De hecho, los analistas de la Bolsa de Nueva York consideran que las monedas digitales emitidas por los bancos centrales son una «evolución natural» de los sistemas monetarios y de pago actuales.
Las Stablecoins
Efectivamente, son un tipo de activo digital cuyo precio está vinculado al de otro activo mediante una relación de paridad. Los casos más populares mantienen una relación 1 a 1 con el dólar estadounidense, mientras que otras están pareadas con el oro u otros activos.
De modo que, la principal motivación para crear una Stablecoin es tratar de dar refugio a los inversores en momentos de volatilidad.
Entonces, las Stablecoins están vinculadas a una moneda fíat, mientras que las CBDC son monedas fíat en sí, aunque creadas sobre una Blockchain. Las Stablecoins son emitidas por empresas privadas, mientras que las CBDC solo pueden ser emitidas por Bancos Centrales, vinculados a gobiernos nacionales.
Como dato importante, el subdirector del Fondo Monetario Internacional, Bo Li, ha explicado, que más de 30 países ya están inmersos en la creación de estas monedas digitales, en lo que describe como «un interés a nivel mundial sin precedentes».
Las Stablecoins deben ser realmente programables para resistir a las CBDC
Particularmente, el Bank of America señala que tanto las CBDC como las Stablecoins son la evolución natural del dinero y de los pagos. Pues los analistas del banco estadounidense las calificaron como «potencialmente el avance tecnológico más significativo en la historia del dinero».
Ahora bien, los emisores de las Stablecoins expresan que pueden mejorar el sistema monetario actual de diferentes maneras:
- Las Stablecoins pueden ayudar a reducir los costos de la actividad financiera tradicional.
- Las personas en países que experimentan hiperinflación utilizan Stablecoins como un medio para proteger sus ingresos y estabilizar los pagos.
- Las Stablecoins se pueden usar para pagos más orientados a la privacidad.
En sí, estos propósitos para las Stablecoins caen dentro del marco del sistema financiero actual. Consecuentemente, es preciso señalar que los inconvenientes que abordan las Stablecoins también podrían resolverse, en teoría, con las CBDC.
Por ejemplo, Kolektivo, planea crear monedas comunitarias de capital natural. Asimismo, Grassroots Economics utiliza Monedas de Inclusión Comunitaria en Kenia, que están respaldadas por la puesta en común de bienes y servicios locales y fondos de donantes en forma de efectivo y cupones.
Programabilidad a través de la descentralización
En el mismo sentido, la descentralización también fomenta una mayor capacidad de programación. Los usuarios determinan y gobiernan la ejecución del dinero programable. A su vez, puede otorgar mayor poder a los titulares de las Stablecoins, fomentando la transparencia en la emisión y gestión, así como el desarrollo de nuevas funciones impulsadas por las necesidades de los usuarios.
Para finalizar, las Stablecoins no están predestinadas a competir con las CBDC, sino que funcionan como algo completamente diferente.
Cierro con esta frase de Alkhesh Shah: «Las CBDC no cambian la definición de dinero, pero probablemente cambiarán cómo y cuándo se transfiere el valor en los próximos 15 años».