Aunque Japón es uno de los países que presenta mayor innovación en la industria criptográfica, el plan para emitir su yen digital aún debe superar unos cuantos obstáculos. La mayoría de ellos, relacionados con temores de las instituciones nacionales.

Con el brote del Coronavirus y su impacto en las criptomonedas o las variaciones en el precio de Bitcoin, parece que la comunidad del cifrado ha olvidado momentáneamente otros temas importantes para el ecosistema.

Sin embargo, es importante recordar los otros temas relevantes para la industria criptográfica a nivel mundial. Y uno de ellos es justamente el desarrollo del proyecto para un posible yen digital en Japón.

Hace unas semanas, el Partido Liberal Democrático del país presentó una propuesta para emitir una moneda digital nacional. La motivación detrás de esto tiene que ver con la presión que siente el país gracias a proyectos como Libra o el yuan digital de China.

Como se puede observar, las razones detrás de la propuesta no tienen que ver únicamente con el deseo de innovar. Sin embargo, de lograr emitir el yen digital, Japón ratificaría su lugar como uno de los líderes en la industria en todo el mundo.

Hasta ahora, todo parece indicar que Japón tiene razones suficientes para querer trabajar en dicho proyecto. No obstante, existen sectores que no se sienten cómodos con la idea de una moneda digital nacional.

Banco de Japón dice no a la propuesta

El Banco de Japón fijó una postura negativa respecto a la posible emisión de un yen digital. La razón es que, de acuerdo con la institución, es probable que el proyecto genere más costos que beneficios.

La institución encontró varios riesgos en la implementación acelerada de tecnología de este tipo. No solo por los posibles riesgos que pueda sufrir la economía o el sistema monetario, sino los que podrían afectar directamente a los usuarios.

Entre esos peligros se resalta la falta de preparación del Banco de Japón para manejar semejante cambio en el sistema monetario. Además, cabe resaltar que la población del país no está preparada para abandonar el efectivo.

Se necesitaría estudiar cuidadosamente una manera eficiente para realizar esta transición antes de emitir el posible yen digital. De lo contrario, las consecuencias para la economía japonesa podrían ser severas.

El vicegobernador del Banco de Japón, Masayoshi Amamiya, declaró al respecto que:

“Además, los sistemas monetarios y de pago y liquidación de estas economías funcionan de manera segura y estable. No puede simplemente saltar a las nuevas tecnologías, o en realidad, no debería serlo”.

Masayoshi Amamiya, vicegobernador del Banco de Japón.

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