En anteriores ocasiones te hemos mencionado sobre la prohibición que impuso la administración de Trump, en nombre de Estados Unidos, contra la empresa telefónica china Huawei.

Te expusimos los impactos al corto plazo, como la salida de Google, y los de largo plazo, siendo el impacto en el mercado de teléfonos inteligentes. El día de hoy te traemos las consecuencias de no cumplir estas órdenes, utilizando como caso de ejemplo al gigante en tecnología de Microsoft, quien aún no se ha pronunciado al respecto.

Comenzando con aclarar que existen una serie de sanciones para las empresas que desafían las prohibiciones de exportación, desde multas civiles hasta órdenes de denegación que impondrían límites explícitos a lo que la empresa infractora puede exportar, todas administradas por investigadores dedicados a la aplicación de las exportaciones.

Si las violaciones son lo suficientemente flagrantes, incluso puede haber sanciones penales, como un caso en mayo que vio a un hombre de Nueva Jersey condenado por cargos de conspiración por exportar armas a Ucrania. Pero dado el grado de confianza de Microsoft en los contratos gubernamentales e internacionales para su negocio, la empresa podría tener mucho que perder antes de que se levante la amenaza de ir a la cárcel.

Se debe resaltar que las empresas estadounidenses no son las únicas que deben cumplir esta prohibición. Fueron los bufetes de abogados quienes explican la situación de las empresas extranjeras, siendo que cualquier persona o empresa que otorgue licencias de tecnología proveniente de Estados Unidos tiene que cumplir con las mismas restricciones, lo que en realidad significa cortar la asociación con Huawei.

Por ejemplo, la tecnología no pública de origen estadounidense necesaria para producir un cepillo de dientes puede no ser suministrada a Huawei por una compañía fuera de los Estados Unidos sin una licencia BIS, incluso si el cepillo de dientes se realiza fuera de los Estados Unidos. Ese riesgo es un largo camino para explicar por qué compañías como ARM, que tiene su sede fuera del territorio y proporciona arquitecturas de chips en lugar de fabricar ellas mismas, todavía se está alejando de la prohibición.

Lo que es más probable es que Microsoft simplemente esté jugando por tiempo. El propio Trump ha insinuado que las restricciones podrían eliminarse como parte de un acuerdo comercial, que probablemente se alcanzaría antes de que las nuevas tarifas entren en vigor el 25 de junio.

Si ese acuerdo realmente sucede, quedarse callado y resistir la tormenta puede parecer inteligente en retrospectiva, pero dado el historial de Trump parece una apuesta arriesgada.

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