Cuando se escucha de reguladores en la comunidad criptográfica, especialmente cuando se trata de los estadounidenses, la mayoría de los miembros del ecosistema se predisponen a escuchar malas noticias.
Más intervención en el mercado, más reglas que deben cumplir las compañías que trabajan con criptomonedas o más prohibiciones; en resumen, más medidas que impiden el correcto desarrollo de la industria del cifrado. Sin embargo, el presidente de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC, por sus siglas en inglés), aseguró que esta no era su intención.
J. Christopher Giancarlo, actual presidente de la CFTC de Estados Unidos, dio un discurso durante el Foro Financiero Eurofi realizado el pasado 4 de abril en Bucarest – Rumania, en donde aclaraba que esta entidad no quería retrasar el correcto desarrollo del mercado de las monedas digitales. De acuerdo con lo expuesto por Giancarlo, su intención es únicamente monitorearlo, no intervenir en él.
El presidente también afirmó que el objetivo de la agencia era proveer una reglamentación más simple, menos engorrosa y menos costosa para quienes participen en el mercado. Por ello, no tendría sentido que la CFTC quisiera impedir o intervenir en el desarrollo de la industria.
“Nos hemos resistido a las llamadas a usar nuestros poderes legales para reprimir el desarrollo de los criptoactivos y las tecnologías subyacentes que las respaldan. En lugar de eso, hemos favorecido la supervisión estrecha de los desarrollos del mercado sin obstaculizar la introducción de nuevos productos como los futuros de Bitcoin, que han demostrado ser invaluables para permitir que las fuerzas del mercado determinen el valor apropiado del Bitcoin”.
A su vez, resaltó que la CFTC estaba atenta a los esfuerzos de las agencias internacionales respecto a la regulación de las criptomonedas, en especial de la tan esperada revisión de la reforma del G20, organización formada por las 20 mayores economías, sobre este tema.
Pero, a pesar de las declaraciones de Giancarlo, aún hay mucho escepticismo en la comunidad criptográfica sobre si realmente esta entidad no desea intervenir en el mercado. Incluso algunos afirman que, aunque esas no sean sus intenciones, igual terminan afectando de forma negativa al desarrollo de la criptoindustria.