Desde la gran subida de los precios de Bitcoin a finales del año pasado, la preocupación de distintos gobiernos por tener un marco legal para regular las criptomonedas se hizo un tema de discusión internacional.
Muchos países han instado a que se tomen acciones en conjunto para crear una sola legislación de la cual todos se puedan basar para redactar las propias. Y ahora, luego de meses de espera, puede que al fin este conjunto de normas comunes sean una realidad.
En las últimas reuniones del G20, sus miembros discutieron sobre la importancia de crear regulaciones comunes, para que de esta manera su lucha contra el fraude, lavada de dinero y demás actividades delictivas relacionadas con las monedas digitales fuese más efectiva. Es por ello que se comprometieron a aplicar los estándares que el Grupo de Acción Financiera Internacional, mejor conocido como GAFI, considerara más convenientes.
“Nos comprometemos a implementar los estándares del GAFI a medida que se aplican a los cripto-activos, esperamos la revisión del GAFI de eso estándares y solicitamos al GAFI que avance en la implementación global”, aseguraron en un comunicado publicado en marzo de este año, según reporta CoinTelegraph.
El GAFI es una organización internacional cuyo objetivo es fijar y promover medidas tanto legales como regulatorias para combatir el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y otras amenazas al sistema financiero mundial. Creado por los actuales miembros del G7, ahora el GAFI cuenta con 37 miembros: 35 países y 2 organizaciones internacionales.
Marshall Billingslea, presidente de la agencia, aseguró que espera en octubre, para la plenaria anual de GAFI, ya se hayan coordinado una serie de medidas que se tenían planeadas para disminuir las diferencias entre los distintos estándares existentes de normas Anti-Lavado de Dinero (AML, por sus siglas en inglés) a nivel mundial.
Durante este evento, el GAFI discutirá sobre cuáles normas habría que crear para regular las criptomonedas y cuáles de las existentes deberían adaptarse. De la misma manera, investigarán los métodos con los que los países implementarán estas leyes.
El presidente de la organización también destacó la importancia de crear estándares que puedan aplicarse de manera uniforme. Así mismo, explicó que las normas actuales de AML para las criptomonedas son “en gran medida un edredón de retazos o un proceso irregular”, que, en su mayoría están creando vulnerabilidades importantes en los sistemas financieros internacionales.
Sin embargo, a pesar del riesgo, calificar a las monedas digitales como una clase de activo representa “una gran oportunidad”, concluyó Billingslea.