El Banco Central de Tailandia (BoT) exhortó las medidas bajo las cuales deberán regirse las instituciones financieras que deseen comerciar con criptomonedas, incluyendo valores, gerencia de activo y compañías aseguradoras.
El nuevo informe cancela efectivamente su reglamento anterior, donde prohíbe a la asociación de los bancos y las instituciones financieras con el comercio descentralizado, siempre que cumplan con las políticas recientemente publicadas.
En cuanto a las nuevas consideraciones, éstas se pueden dividir en dos categorías: las que atañen a las instituciones financieras y las que afectan a sus filiales.
En este sentido, el BoT autoriza a los bancos para abrir filiales destinadas a las criptomonedas a través de las cuales pueden invertir y emitir tokens, ofrecer servicios de corretaje criptográfico y ejecutar negocios relaciones con las criptos; cada una tendrá su propio marco regulatorio.
El Banco Central de Tailandia será la encargada de aprobar cualquier nueva filial, pero el plan es que las instituciones financieras las pongan en marcha con el objetivo de que estas sean las encargadas de supervisar las operaciones y los riesgos, particularmente con la seguridad, la protección al consumidor, el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
No obstante, las reglas concernientes a las instituciones bancarias centrales son más estrictas. Para empezar, no podran “asociase con ICOs, así como con la venta o compra de tokens o siquiera invertir en criptomonedas”. Tampoco deberán vincularse con negocios de criptomonedas, incluyendo firmas de corretaje, exchanges o distribuidores.
A diferencia de las filiales, quienes tienen luz verde para comerciar en la industria descentralizada, la cual, según la publicación del vocero Krungtheo Turakij, “ayudará con el crecimiento del sector en el territorio”.
Las empresas matrices serán responsables de la supervisión y administración de los riesgos generales asociados con las actividades criptográficas propuestas en sus subsidiarias. Además, tendrán que cumplir con las pautas regulatorias, como la lucha contra el lavado de dinero (AML), la lucha contra el terrorismo (CFT), la seguridad de TI, entre otras.
