Las criptomonedas, desde su lanzamiento, se presentaron como un elemento disruptivo en la economía mundial. Esta nueva forma de hacer transacciones y concebir el dinero ha preocupado a varios gobiernos, que han optado por establecer normas estrictas sobre las monedas digitales. En esta oportunidad, es Camboya el país protagonista en el tema de las regulaciones.

Ya en diciembre del año pasado, el Banco Central del país asiático había mostrado su desaprobación hacia las criptomonedas, pidiendo a las demás instituciones financieras del país que prohibieran su comercio; esto trajo como consecuencia que monedas como Bitcoin, fuesen consideradas por muchas empresas como ilegales.

Ahora, las tres de las instituciones más relevantes del país realizaron una declaración conjunta sobre la legalidad de las monedas digitales en el territorio. El Banco Nacional de Camboya, el Comisariado General de la Policía Nacional y la Comisión de Camboya, anunciaron que, para realizar cualquier tipo de transacción con criptomonedas, sería necesaria una licencia.

Según Bitcoin News, en estas declaraciones se asegura que “las autoridades competentes aclaran que la propagación, circulación, compra, venta, comercialización y liquidación de criptomonedas sin obtener la licencia de las autoridades competentes son actividades ilegales”.

Aunque en el comunicado se mencionan criptomonedas no tan famosas como Kh Coin, Suncoin y K Coin, no se descarta que estas medidas también apliquen para monedas más conocidas, como Bitcoin y Ethereum.

El trío de autoridades dedicó un apartado para describir los riesgos que podían traer consigo las monedas digitales. Entre ellos, resaltaron cuatro que consideraron más preocupantes.

El primero es que las monedas digitales no cuentan con ningún respaldo. El segundo referente al riesgo de invertir en criptomonedas debido a su volatilidad, ya que hay más posibilidades de pérdida por las variaciones en su valor. El tercero tiene que ver con el peligro de la delincuencia cibernética y los hackeos del sistema. Por último, señalan la falta de mecanismo de protección, el riesgo del lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, gracias al anonimato que caracteriza a las monedas digitales.

Es importante recordar que Camboya, aunque ha experimentado crecimiento económico en la última década, aún tiene grandes índices de pobreza. Entre recuperarse de las consecuencias de la guerra de Vietnam, uno de sus países vecinos, y la gran corrupción que ha caracterizado a sus gobiernos a lo largo de la historia, para la nación asiática avanzar ha resultado ser un verdadero desafío.

Sin embargo, si las principales autoridades se siguen negando a adoptar nuevas tecnologías y se quedan en el pasado, el desarrollo de Camboya se hará casi imposible, manteniéndose como un país retrasado en comparación con el resto del mundo.

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