En el centro histórico de Tallin, la capital de Estonia, que alberga a un tercio de la población del paÃs (400.000 de 1,3 millones) es fácil sentirse en el Medioevo, con castillos y calles adoquinadas. Son las mismas calles en las que hace 15 años nació Skype, la compañÃa que revolucionó las comunicaciones, que fue adquirida por Microsoft por 8.500 millones de dólares y que sigue inspirando a los emprendedores estonios.