Recientemente el parlamento de Francia empezó a discutir prohibir los celulares, o cualquier tipo de dispositivo electrónicos, de las instituciones educativas para jóvenes menores de 18 años, incluyendo institutos, colegios, prescolares, etc; denotando que las universidades e técnicos superiores si podrán portar los dispositivos, dado que ya serán mayores de edad.

Además, existirían las excepciones para los estudiantes discapacitados, jóvenes en ciertas actividades extracurriculares y situaciones particulares, como que sea solicitado por el docente.

El debate se ha desarrollado en torno que esta medida se había aplicado anteriormente sin ocasionar tanta polémica, dado que los estudiantes no pueden utilizar los dispositivos en las clases a menos que se permita; el problema es que no se está cumpliendo esta norma, ocasionando que se distraigan de sus responsabilidades.

La respuesta que están encontrando un grupo del parlamento es prohibirlas, o banearlas, alegando que se mantendría la misma norma solo que aplicada en la realidad.

Los políticos que se oponen alegan que esto sería un paso atrás en el mundo que nos encontramos, donde las políticas deberían ser sobre progreso no de retroceso; mientras tanto los representantes reclaman que es el medio de comunicación directo con sus representados. Sin embargo, si se desea contactar se debe hacer mediante la institución, no directamente con el estudiante, dado que el joven debería siempre estar en las instalaciones, por lo tanto, podrán contactarlo.

Lo interesante en el asunto es que la mayoría del parlamento esta votando a favor de la prohibición, aunque algunos resaltan que los que postulan la ley y la defienden tienden a tener más de 40 años, alegando que hay una relación.

¿Y los estudiantes?

Como estudiante universitario, recientemente fue que dejé mi colegio, y he de aceptar que de hecho son una distracción, estudiantes los utilizan; sin embargo, es una minoría los que los utilizan fuera de orden, siendo una proporción de 1/6 aproximadamente. Además, en diversas ocasiones se utiliza es porque el profesor no esta dentro del aula o lo permitió, primordialmente para oír música o investigar algún tópico en la Internet.

Entonces en mi opinión esta ley siento que es “por uno pagan todos”, donde por una minoría se está castigando la mayoría. A mi me gustaba oír música cuando el profesor nos daba tiempo libre, o cuando caminaba a casa por mi propia cuenta; son actividades que esta ley me prohibiría.

Mi opinión es que si el problema persiste es renovar las consecuencias de no seguir las indicaciones, aunque seguiría ocurriendo, pero solucionaría el parcialmente.

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