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La gigante automotriz japonesa, Toyota, podría enfrentar un 2026 cargado de desafíos vinculados al desempeño de sus ventas en mercados extranjeros. Esta lectura surge tras el repentino retroceso registrado durante noviembre, un mes que marcó un punto de inflexión luego de una prolongada racha positiva. El avance del sector de vehículos eléctricos en China aparece como uno de los factores que más presionan el panorama de la compañía.
Según reportó recientemente Nikkei Asia, las ventas de la empresa cayeron un 2,2% en noviembre, rompiendo una racha de 11 meses consecutivos de crecimiento. Si bien el dato podría interpretarse como un tropiezo puntual, no se descarta que represente el inicio de una fase más compleja para la demanda global de los vehículos de la marca.
El lado positivo para Toyota es que las ventas en Estados Unidos se mantuvieron sólidas. Este comportamiento estaría relacionado con la visión del gobierno de Donald Trump de prolongar la vida útil del mercado de vehículos impulsados por combustibles fósiles en el país norteamericano. No obstante, este desempeño contrasta con fuertes retrocesos en otros mercados clave.
En China, las ventas se desplomaron un 12% durante noviembre, lo que encendió señales de alerta entre los inversores. Se trata de uno de los principales mercados de Toyota, no solo por su tamaño, sino también por la cercanía geográfica, que reduce costos y acorta la cadena productiva. Por ello, la contracción de la demanda en ese país se considera especialmente sensible para la compañía.
El panorama que debe enfrentar Toyota en 2026
Es importante tener en cuenta que Toyota ha avanzado de forma sostenida en el segmento de los vehículos eléctricos. De hecho, el 78% de sus ventas en la Unión Europea corresponde a modelos electrificados, lo que refleja una adaptación relevante a las nuevas tendencias del mercado. El bloque europeo representa el cuarto mayor mercado para la firma japonesa.
Sin embargo, el caso de China presenta mayores dificultades. Las ventas caen tanto en el segmento de combustión como en el eléctrico, pese a tratarse del país con mayor volumen de demanda de vehículos eléctricos del mundo. La competencia es intensa y está dominada por fabricantes locales como BYD, además de actores internacionales como Tesla.
La rivalidad en el mercado chino ha derivado en frecuentes guerras de precios, donde algunas compañías reducen de forma agresiva el valor de sus vehículos para presionar a sus competidores. Bajo este escenario, empresas tradicionales como Toyota enfrentan mayores limitaciones para sostener márgenes competitivos.
Otro elemento que afectó las ventas fue la expectativa de los consumidores chinos por la llegada de nuevos modelos, como el SUV RAV4. Esta espera relegó la demanda de los modelos actuales de la marca. En total, durante noviembre se vendieron 154.645 vehículos en China.
Las ventas en otras regiones
En Latinoamérica, la compañía también reportó una contracción significativa. Durante noviembre, las ventas retrocedieron un 25,5%, con apenas 32.463 unidades comercializadas. Cabe destacar que en octubre ya se había registrado una caída del 28,3% en la región. En mercados puntuales como Brasil y Argentina, el descenso fue cercano al 40%.
En el sudeste asiático, la disminución fue del 6,4%. La empresa señaló que nuevos impuestos y otras barreras regulatorias influyeron negativamente en la demanda regional. Aun así, algunos mercados mostraron señales positivas: en Tailandia las ventas crecieron un 12% en noviembre, mientras que en India el aumento fue del 15,9%.
En Estados Unidos, las ventas subieron un 2,7%, alcanzando un total de 212.772 vehículos. Este desempeño ayudó a compensar parcialmente las caídas registradas en otras regiones, aunque no fue suficiente para evitar que noviembre cerrara con un balance global negativo para la automotriz.
Los resultados de diciembre y de los primeros meses de 2026 serán clave para evaluar el contexto que enfrentará Toyota en el corto y mediano plazo.
