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El nuevo superordenador Isambard‑AI, financiado con £225 millones (USD 300 millones) por el gobierno del Reino Unido, fue oficialmente activado el 17 de julio en el Bristol Centre for Supercomputing, en colaboración con la Universidad de Bristol, HPE y NVIDIA.
El sistema cuenta con 5.448 chips NVIDIA GH200 Grace Hopper instalados en módulos HPE Cray EX, ofreciendo alrededor de 21 exaflops de rendimiento en tareas de IA y hasta 216 petaflops en pruebas estándar.
Además, su eficiencia energética lo sitúa entre los cuatro superordenadores más ecológicos del mundo, gracias a sistemas de enfriamiento líquido directo y electricidad de origen cero carbono.
Isambard‑AI es un salto de Reino Unido para impulsar la salud, ciencia y clima
El secretario de Estado para Ciencia e Innovación, Peter Kyle, destacó que Isambard‑AI ya se está utilizando para fines médicos, como acelerar diagnósticos de cáncer de próstata, detectar cáncer de piel en diferentes tonos de piel y analizar progresiones de demencia mediadas por IA.
También se emplea en modelos de comportamiento animal para reducir las emisiones agrícolas y mejorar el bienestar del ganado.
Esta infraestructura forma parte del programa nacional AI Research Resource (AIRR), el cual conecta Isambard‑AI en Bristol con el superordenador Dawn en Cambridge, además de otros centros planificados en Edimburgo.
Liderazgo estratégico: soberanía tecnológica y acceso público
Con esta infraestructura, el Reino Unido busca multiplicar por 20 su capacidad computacional pública para 2030, lo que a su vez refuerza su estatus como «AI maker, not a taker».
Según el director de BriCS, Simon McIntosh‑Smith, Isambard‑AI coloca a Bristol en el centro de la revolución en IA, facilitando la innovación en IA, clima, salud y ciencia de materiales.
La infraestructura también permitirá un acceso público regulado a través del Departamento de Ciencia, Innovación y Tecnología, así como de UKRI, con prioridad para proyectos alineados con los objetivos nacionales.
El Reino Unido acelera hacia la era de la IA soberana
El lanzamiento de Isambard‑AI no solo representa la mayor inversión pública en computación avanzada del Reino Unido, también es un compromiso estratégico con la innovación responsable y accesible.
Con una infraestructura diseñada para ser eficiente desde el punto de vista energético y en costos operativos, el país da un paso firme hacia la autosuficiencia tecnológica. Proyectos como BritLLM, investigación médica avanzada y modelado climático ponen de manifiesto el alcance del impacto potencial.
Aunque el Reino Unido aún está detrás de potencias tecnológicas como EE.UU., China o Alemania en supercomputación, iniciativas como esta elevan significativamente su posición global. Además, se democratiza el acceso a capacidades que antes solo estaban al alcance de corporaciones privadas.
No obstante, su éxito y futuro serán definidos por cómo se aproveche este recurso para resolver desafíos reales en ciencia, salud y desarrollo sostenible.
