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El dólar estadounidense ha mantenido durante décadas su estatus de activo refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre económica y geopolítica. Sin embargo, el panorama actual plantea interrogantes sobre si esta moneda conservará su posición privilegiada en el futuro.
Factores que respaldan al dólar como activo refugio
Cuando los mercados se agitan y la incertidumbre se cierne sobre la economía mundial, un activo financiero emerge como un puerto seguro para los inversores: el dólar estadounidense.
¿Por qué esta divisa, entre tantas otras, goza de tal confianza? Exploraremos los fundamentos que convierten, como el elegido, al dólar en el activo refugio más demandado.
Se observa en el gráfico del índice del Dólar (DXY) su estabilidad y los picos al alza por algún problema ocurrido en la economía global: bien por pandemia, como a principios de 2020, o por razones geopolíticas… como la guerra entre Ucrania y Rusia desde febrero de 2022.

Fortaleza económica de Estados Unidos
La economía estadounidense sigue siendo la más grande del mundo, con un PIB de $25.46 billones en 2022. Esta robustez económica proporciona una base sólida para la confianza de los inversores en el dólar.
Liquidez y profundidad del mercado
El mercado de dólares es el más líquido y profundo del mundo, lo que facilita las transacciones a gran escala sin afectar significativamente los precios. Esta característica resulta especialmente atractiva para los inversores institucionales.
Estabilidad política relativa
A pesar de las tensiones internas, Estados Unidos mantiene una estabilidad política comparativamente mayor que muchos otros países, lo que refuerza la percepción del dólar como un activo seguro.
Desafíos para el dominio del dólar
Creciente deuda pública estadounidense
La deuda pública de Estados Unidos ha alcanzado niveles récord, superando los $33 billones en 2023. Este aumento constante genera preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Diversificación de reservas por parte de bancos centrales
Algunos bancos centrales, especialmente en economías emergentes, han comenzado a diversificar sus reservas, reduciendo la proporción de dólares en favor de otras monedas y activos como el oro o Bitcoin.
Alternativas emergentes
Yuan chino
China ha impulsado la internacionalización del yuan, aunque su adopción global sigue siendo limitada debido a las restricciones en los movimientos de capital y la falta de transparencia del sistema financiero chino.
Euro
La moneda europea se presenta como una alternativa, respaldada por la fortaleza económica de la Unión Europea. Sin embargo, los desafíos estructurales y las diferencias políticas entre los Estados miembros limitan su atractivo como activo refugio global
Criptomonedas
Algunas criptomonedas, como Bitcoin, han ganado popularidad como potenciales activos refugio. No obstante, su alta volatilidad y la falta de respaldo institucional limitan su capacidad para desplazar al dólar en este papel.
Perspectivas futuras
En el corto y mediano plazo, el dólar probablemente mantendrá su estatus de activo refugio principal. Los inversores continuarán recurriendo a la moneda estadounidense en momentos de crisis, como se observó durante la pandemia de COVID-19 y en las recientes tensiones geopolíticas.
Sin embargo, a largo plazo, el panorama se vuelve más incierto. La creciente multipolaridad del sistema económico global, junto con los desafíos internos de Estados Unidos, podrían erosionar gradualmente la hegemonía del dólar.
Los inversores prudentes diversificarán cada vez más sus carteras, incluyendo no solo dólares, sino también oro, bonos de diversos países y, potencialmente, algunas criptomonedas estables.
Conclusión
El dólar estadounidense mantendrá su papel como activo refugio en el futuro previsible, respaldado por la fortaleza económica de Estados Unidos y la profundidad de sus mercados financieros. No obstante, los inversores deben mantenerse atentos a los cambios en el panorama económico y geopolítico global.
Es indudable, de momento, qué tensiones geopolíticas como, por ejemplo, los conflictos entre Irán e Israel o la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China sería el dólar el elegido, como decíamos al principio, como valor refugio, aún, por excelencia por gran parte de los inversores (tanto particulares como institucionales) por motivos tradicionales o convencionales.
En última instancia, la capacidad del dólar para mantener su estatus dependerá de la habilidad de Estados Unidos para abordar sus desafíos internos, mantener su liderazgo tecnológico y económico, y surcar eficazmente por las complejidades del cambiante orden mundial… y que los inversores de siempre no opten por otro activo financiero que consideren como tan seguro como el dólar.

















