Una de las tecnologías más famosas actualmente es la Inteligencia Artificial (IA), no sólo por sus múltiples usos, sino porque es considerada como la entrada al futuro, a una nueva era. Así lo cree Kay Firth-Butterfield, quien encabeza el programa de IA y aprendizaje automático en el Foro Económico Mundial.
Firth-Butterfield, que se ha desempeñado con abogado y juez en Reino Unido, y actualmente trabaja en proyectos diseñados para idear formas en que los gobiernos del mundo adopten la IA para que su población pueda obtener mayores beneficios. Aunque esta tecnología es muy temida por algunas personas, ya que consideran que gracias a ella muchos seres humanos se quedarán sin empleo.
Sin embargo, la trabajadora del Foro Económico Mundial, en conjunto con representantes de diversos gobiernos, corporaciones y miembros de la sociedad civil, están tratando de crear estrategias para superar este desafío.
“Es muy importante que sepamos que existen todas estas tensiones diferentes, porque sin abordarlas, realmente nos quedamos, sospecho, con una confianza deficiente en la tecnología”, declaró para Business Insider. “Lo que ciertamente no quiero ver es que todos los beneficios de la IA se pierdan de alguna manera porque no hemos puesto las pases éticas para ayudar al público a saber que estamos habiendo algo seguro”.
Así mismo, esta funcionaria considera que la IA representa el futuro en la educación, ya que le puede brindar atención especializada a cada alumno y diseñar planes de estudio únicos dependiendo de las necesidades del individuo.
Sin embargo, admite que toda moneda tiene dos caras, y la menos agradable de la IA probablemente sean los algoritmos que favorecen el racismo y la discriminación. Por ejemplo, hubo un tiempo en el que el software de reconocimiento de imágenes integrado en Google Fotos llamaba a los afroamericanos como gorilas.
Firth-Butterfield considera que es sumamente importante asegurarse de no “codificar nuestros propios prejuicios y llevarlos adelante con nosotros porque si lo hacemos, realmente atrofiaremos el desarrollo del mundo”.
Así mismo, la antigua juez cree que la mejor manera de maximizar lo beneficios de la Inteligencia Artificial es que se descubran formas de “gobernar la tecnología”. Y esto no tiene que ver necesariamente con leyes o normas; de hecho, considera que la mejor forma de regular la IA es a través de los estándares del gobierno y la industria.
“Establecer estándares tiende a ser mucho más rápido y más flexible que la elaboración de regulaciones o leyes formales, por lo que puede responder mejor a los cambios en el desarrollo”, explicó.
También estableció que estos estándares deberían centrarse en varios puntos principales, entre los que se encuentran: garantizar la transparencia para que tanto ciudadanos como consumidores comprendan cómo funcionan los algoritmos de esta tecnología, minimizar los prejuicios, proteger la privacidad y aclarar quién o qué entidades son legalmente responsables por los daños que puedan ocurrir.
Por último, Firth-Butterfield concluyó asegurando que “la Inteligencia Artificial funciona rápido y necesitamos funcionar tan rápido con los mecanismos de gobernanza”.