La inestabilidad en el mercado financiero no es algo nuevo. La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China ha sido la principal causante de la volatilidad en los mercados, situación que solo empeoró luego de los ataques con drones en contra de la infraestructura petrolera de Arabia Saudita.

A estos dos eventos, se le sumaría la próxima salida del Reino Unido de la Unión Europea, un evento que se espera que afecte en mayor o menor medida a todas las economías europeas, y sobre todo a la economía británica, una de las más grandes del mundo.

Al mismo tiempo, la ralentización en el comercio global genera problemas para países como Alemania, cuyo Producto Interno Bruto depende en gran medida de la exportación de bienes manufacturados, por lo que una disminución en el comercio significaría un estrechamiento de los mercados y por tanto de las oportunidades de negocios para que los alemanes continúen creciendo.

Y por si todo esto fuese poco, en los Estados Unidos la mayoría de los analistas estarían previendo que la economía de este país entre en recesión a partir del próximo año, lo que ya llevó a la Reserva Federal a realizar un recorte en las tasas de interés, prometiendo seguir la situación con el objetivo de estimular el crecimiento económico.

¿Qué espera del mercado Goldman Sachs?

Ante este panorama, no sorprende que Goldman Sachs tema una gran volatilidad en el mercado a partir del próximo mes, en especial considerando que históricamente el mes de octubre ha sido el más volátil del año en condiciones normales, por lo que, en una situación geopolítica tan difícil, es normal esperar la repetición y profundización de estos patrones.

Nosotros creemos que la alta volatilidad es mucho más que simplemente una coincidencia. Nosotros creemos que este es un periodo crítico para muchos inversionistas y compañías que manejan un calendario anual de operaciones (…) esa presión impulsa el volumen y la volatilidad mientras los inversionistas leen reportes de ganancias, análisis diarios, y la administración de la empresa da las líneas rectoras para el siguiente año“, comentó al respecto John Marshall, estratega de derivados de renta variable en Goldman Sachs.

Todos estos elementos generarían un escenario en el cual una caída de los mercados financieros es una posibilidad, guiada por el pánico frente a los eventos geopolíticos y los resultados anuales de las empresas estadounidenses, lo cual tiene una influencia directa sobre el Bitcoin.

¿Qué rol puede jugar el Bitcoin en este escenario?

Y es que, con el paso del tiempo, el Bitcoin se ha constituido a sí mismo como un activo reserva de valor de la misma forma que lo es el oro, es decir un producto financiero que se adquiere en tiempos de gran volatilidad, ya que la cotización del mismo no se relaciona directamente con la situación de los mercados. Es decir, cuando los mercados financieros caen, el Bitcoin, así como el oro, no lo hace.

Por lo tanto, de concretarse la predicción de Goldman Sachs, o darse un nuevo evento geopolítico que incremente la incertidumbre a nivel internacional, el BTC podría recibir un afluente de inversiones, por parte de los dueños de capital que buscan resguardar el valor de su dinero, lo que se traducirá en un incremento de la demanda, que por tanto podría llevar a un aumento en la cotización del Bitcoin.

Y ya que, normalmente el Bitcoin funciona como una especie de mercado ancla o reflejo para el resto de las criptomonedas, un crecimiento en el precio del BTC podría significar un aumento en el valor de todas las cripto en general.

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